Recordamos la desaparición de Gustavo Gallardo y Nora Peretti, dirigentes del FIP
Por Carlos Alberto Del Campo*
Transcurre el tiempo y con él se agigantan las figuras de estos dignos y honestos dirigentes del Frente de Izquierda Popular (FIP), matrimonio de abogados laboralistas que permanecen en el corazón de obreros y compañeros de los gremios que ellos defendieron. Gallardo, candidato a Intendente Municipal y dirigente de firmes convicciones, fue un polemista excepcional para enfrentar a los intereses coaligados que se oponían (y se oponen) a un país soberano con un Pueblo con derechos. Gallardo y Nora, a su vez, fueron contundentes advirtiendo a los responsables de los grupos armados que enfrentar o complicar al gobierno de Perón (síntesis de las aspiraciones populares) era tributar sin más vueltas a la oligarquía que recurriría a un nuevo golpe de estado. Todavía resuena en la memoria de quienes asistimos al resonante debate público de Gallardo con el sacerdote “gorila y tercermundista” José María Serra, quien desde Santa Fe vino a la ciudad a entusiasmar a muchos jóvenes (solidarios con los humildes) para que “agarren las armas porque lo eleccionario previsto para el 11 de marzo del ’73 no era más que un interés burgués de quienes aspiraban a lograr algún carguito y que de Perón ni de Rucci nada revolucionario podía esperarse”. El 12 de mayo de 1976 los responsables del IIIer. Cuerpo de Ejército, cobardes de esa noche clandestina, golpearon al FIP donde más dolía. Se llevaron a nuestros compañeros (subordinando el Ejército a salvarle los intereses a alguna patronal ineficiente y corrupta) a la siniestra prisión de La Perla convertida en un centro de martirio y tormentos. Ellos viven y vivirán en nuestra memoria que nos exige una profunda reflexión y estarán presentes todos los días en la persona de querido hijo Martín y su familia.
*ex Presidente del FIP Distrito Córdoba