Alfonso Piro
Por Víctor Ramos
Lo conocí como militante estudiantil, pero en mi memoria lo recuerdo vestido con overol de trabajo. Luego del golpe militar de 1976 la historia nos juntó en Córdoba. Por mi lado con Josefina nos instalamos en Despeñaderos y mi padre con Andrea y mis hermanos en Alta Gracia. Años difíciles. Con una fuerza y convicción a toda prueba, Alfonso Piro, desafiando controles policiales y militares del entonces temible general Luciano Benjamín Menéndez, estableció un corredor de apoyo político y logístico que permitió a mi padre la conducción del movimiento. Junto a Carlos Del Campo fue la base fundamental para ese período de resistencia activa. Seminarios y reuniones clandestinas, distribución de materiales y libros subversivos ocupó a Piro esos años de represión. Siempre junto a su compañera Susana Robledo y más tarde con sus hijas. Con un optimismo a prueba de temporales, integró la conducción provincial y nacional del Movimiento Patriótico de Liberación y del Frente de Izquierda Popular. Acompañó a Jorge Abelardo Ramos con una lealtad de amigo y compañero hasta el último día.
Ahora se ha encontrado con él. Podrán retomar sus charlas sobre la inminente liberación nacional de la Patria Grande y de los emprendimientos rurales inconclusos.
Hasta siempre compañero Piro!