La Pascua que no queríamos que llegue

Por Julio Zarza*

Corro descalzo por Lavarden, la calle aún es ancha y de  tierra, mis pies desnudos son todo terreno. Entro a mi casa por el patio esquivando una cerca endeble, siluetas de vecinos que van y vienen,  preparan chipa y sopa en el tatacuá que está en el patio de mi casa. No se de donde sacan las hojas de banano para hacer la chipa de manera tradicional (las hojas de banano se usan de bandeja para hornear las chipas) Tatacua se le dice al horno de barro o al menos así lo llama mi madre. Hay  festividades que son muy lindas en el barrio y que aparte de compartir tienen el condimento extra de poder generar dinero. 

Es recurrente las anécdotas de la falta de algunos privilegios en la casa de  los pobres. Escuchamos a Maradona hablar de que la madre no comía para que a él y sus hermanos no le faltara bocado, al Kun hablar de la Sprite y a muchos más hablar de tomar gaseosas solo en cumpleaños. Comprar facturas que no sean de ayer, comer dulce de leche y que la comida tenga más de un kilo de carne eso solo ocurre como un privilegio o en alguna festividad. Puedo armar una lista de cosas inaccesibles de aquellos tiempos que aún hoy para muchas familias  lo siguen siendo.

Algo en común tienen estas festividades entre sí aparte de la posibilidad del recurso económico. El asado y las gaseosas. Para nosotros la semana santa son 4 días, desde el jueves al domingo. El jueves se realiza la última cena y también se prepara lo que se va consumir el viernes y el sábado santo que no se come carne. Por eso el jueves desde temprano está prendido el Tatacua a todo trapo, entran y salen bandejas de chipa y sopa paraguaya.

Desde el miércoles previo al jueves de última cena se van recolectando los productos para el abastecimiento de chipa y sopa paraguaya. El grano de choclo se compra por kilo. Cuando mamá venía con esa bolsa de 5 kilos de grano de maíz nuestra cara se transformaba, sabíamos que teníamos que trabajar un montón. Los granos de maíz son hervidos por unos minutos, luego se cuelan y se dejan secar fuera del recipiente y esparcidos sobre un mantel al sol. Una vez secos empieza el proceso de molinar. Con un molino a mano se tritura el maíz una y otra vez. Luego se pasa por una zaranda para el famoso zarandeo del maíz. El zarandeo es como tamizar, lo grueso que no pasa por la zaranda se vuelve a pasar y lo que ya no amerita más molinada (lo grueso) se deja para hacer rora (una especie de reviro de maíz) para consumir con leche.  Una vez estábamos moliendo el maiz con mi hermano Leo, el cargaba el molino y yo le daba vuelta a la manija, se trabo el aparato, esto pasaba cuando lo cargabamos mucho , manija para atrás para adelante y no se destrababa, a mi hermano se le ocurre empujar con el dedo y yo sin más titubeo le doy a la manija para poder destrabar se destrabo efectivamente del maíz pero automáticamente se trabo con el dedo de mi hermano. 

En fin tenemos el maíz y ahora lo que tenemos que lograr es lo más importante, solo tenemos una oportunidad en el año, solo una vez en el año el barrio se convierte en Las Vegas. 

Amanece jueves y ya el ambiente no es el mismo. Hay una hermandad entre vecinos que se siente en el aire, circula la degustación de chipa y sopa. Mamá prepara la chipa con forma de Lopi para sus hijos. 

Cae la tarde del jueves santo y se encienden las parrillas para esa última cena en familia. Los más chicos vamos pispeando donde se va armar la Loteria y empiezan esos mitos de lugares donde se juega por mucho dinero, ese lugar donde llegaremos algún día con nuestra suerte a cuesta para hacernos de una fortuna y comprarnos esa bicicleta soñada. Hace unos días que venimos juntando moneda por moneda para empezar a Jugar en la casa de Teresa que queda enfrente de casa, ahi mama me deja ir y una vez que me alce con una fuerte suma me voy a apostar a esos lugares donde se juega fuerte solo ahi, solo ganando ahi podre tener nose que pero tendre.

Terminamos la cena mamá autoriza ir al frente a jugar a la lotería. Está lleno ¡Chicos se portan bien sino ya saben! Me pasan los cartones para que elija mientras pasan la info de las jugadas: Hay línea, ambo quitai, ambo sambuco, terna, cuarta, cada jugada sale 10 ctvs. Yo tengo 1,50 peso cincuenta para toda la temporada. Miró quienes están  mientras elijo mis cartones, Teresa la dueña de la casa esta con su típica foto de Riky Martin como cábala. Doña Marina esta con su monedero y también tiene un santo en una mano. Esta el hijo de Ernesto que es hijo único y no le importa perder, no necesita la plata y esos son los que mas ganan , los que no juegan por necesidad, Esta Marielita que es igual o más pobre que yo y seguramente Dios le va dar mas suerte a ella. Hay más personas pero con estas que vi de principio es suficiente para saber que va ser difícil ganar aunque sea una línea o un ambo. 

Pascuas en Villa 21

Porque no me comí el lopi que me hizo mi mama antes de venir, el lopi significa paz soy el unico que no tiene nada bendito en esta mesa, Manu acaba de cantar línea, ya había sacado ambo zambuco, terna y ahora canta línea, debe ser la medallita de la virgen maria que cuelga en su cuello. Solo se pueden escuchar el sonar de las bolillas en las casas y alguien que canta : El pajarito treinta y cinco looo , Ambooo Quitaii. 

Después de las 00 del jueves o sea el inicio del viernes no se escucha música, no se corre, no se baila, no se juega al fútbol, no se come carne, solo chipa y sopa, no se dice malas palabras y tus padres no te pueden pegar, los que pueden comen pescado. El viernes todo el día se juega a la lotería , vamos a la otra casa del vecino a la casa de los Cejas a ver si tengo suerte anoche me vine pelado, asi que me levanté temprano y fui a vender aluminio y me hice de unos pesos. Tampoco tuve suerte, esta  noche parece que solo voy a ir a mirar y tal vez alguien sensibilice y me pague una línea. 

A cada travesura tus padres te dicen: el domingo te voy a pascuar. 

Llega la tarde del viernes los jóvenes que participan con la parroquia del barrio preparan la representación del Vía Crucis por la calle del barrio. De esta manera se busca sensibilizar al barrio y recordar que la  hermandad es lo que nos va sacar adelante… 

Tengo la dicha de hace unos años poder compartir esta experiencia con vecinos del barrio. 

La pascua que no queríamos que llegue 

Sí,  a diferencia de otros niños que buscan el huevo de pascua el domingo o reciben chocolates nosotros recibimos nuestra pascua. Ya resucitó Jesucristo y terminó el luto, se festeja con otro asadito pero también con  una buena pascuada. Literalmente te dan esos “chirlos” que no se pudo por el luto. 

  • Julio Zarza es director de Mundo Sur FM y actor protagónico de los films “La 21 Barracas” y “Villa”

Fuente: https://mundosurfm.com

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