Entre el “sí, se puede” y el miedo. Por Gabriel Sanchez
Un par de horas después del 30 por ciento de Milei, la mayoría del kirchnerismo se miran entre ellos en estado catatónico. Por los medios desfilan desde la primera hora de la mañana, especialistas y políticos tratando de explicar los resultados de las PASO.
Los militantes del oficialismo salieron a las redes con dos respuestas (que dicho sea de paso, ya se usaron). Empezaron a desparramar miedo por las redes, cosa que parece razonable, porque si Milei se arrastra hasta el Sillón de Rivadavia el remate de ministerios sería inminente, se liquidarian los recursos naturales (cosa que el gobierno viene haciendo) Pero con Milei sería a base de represión. El monstruo está ahí, pero el miedo como campaña política ya se usó con Macri… Y fracasó.
El “Sí, se puede”, ya lo hizo Macri y fracasó. Inundar las redes de comentarios poéticos y positivistas no creo que ayuden. Largas líneas de explicaciones de ¿Por qué hay que ir con Massa? Ríos de tintas explicando los horrores de la derecha, podrían no funcionar.
La única salida que tiene Massa, también es su única ventaja frente a Bullrich y Milei. Como un superministro de economía, debería arrancar ya con su carrera. Si un día inaugura un gasoducto, al otro día tiene que congelar tarifas. Massa va a tener que correr los próximos 60 días, sin mirar atrás, no prestar atención a las curvas y cruzar todos los semáforos en rojo.
De alguna manera va a tener que brindar drásticas respuestas en los próximos días, una tarea titánica. En unas semanas va a tener que traer solución a lo que no se hizo en 4 años.
¿Y si no es así? Es probable que tengamos que ir a votar en un ballotage entre Bullrich y Milei, mirándonos entre nosotros, preguntándonos: ¿En qué carajo nos equivocamos?