Fernández Díaz y su imbecilidad

Por Carlos del Campo.

En la entrevista realizada en el Programa “La Mirada” de Roberto García Canal 26-TV, Fernández Díaz –Secretario de Redacción del Diario LA NACIÓN- (ver YouTube 6/11/17) dijo que hace años que ya no cree en las “imbecilidades” del nacionalismo popular o de izquierda después de casi 10 años de adherir a la Izquierda Nacional de Ramos, admitiendo haber sido un “imbécil” (tonto) lo que resulta una curiosidad que un tonto pasara a ser un novelista tan leído que, según el mismo lo manifiesta, superó a Dan Brown en la lista de best seller. (Bueno, en realidad se conoce como se hace en el mercado del libro las listas de los más vendidos).

El asunto es que -el columnista del diario de los Mitre- hace responsable al peronismo del fracaso de Argentina y descubre imbecilidades en Abelardo Ramos por su defensa histórica del peronismo y del nacionalismo popular-latinoamericano. Y en nombre de lo nuevo ¿Cambiemos? con una sobredosis de olvido nada dice sobre el fracaso de las políticas neoliberales (Ramos sin eufemismo las llamaba coloniales) en nuestro país: en 1955 afirmaron que solamente expulsando a Perón de la escena nacional la Argentina ingresaría en el mundo de los países modernos y avanzados que trasladarían enormes inversiones. No se hacen cargo que fracasaron, que durante 18 años gobernaron contra Perón, derrocaron a Frondizi, recurrieron a las recetas de economistas al estilo de K. Vasena y Alzogaray, que regresaron en 1976 de la mano de M. Hoz y del tristemente olvidable Consejo Empresario Argentino jurando que, ahora sí, llegarían ingentes inversiones internacionales para insertar definitivamente a Argentina en las poderosas naciones del capitalismo mundial. En 1991 anunciaron con optimismo exagerado el Plan de Convertibilidad que se derrumbaría una década más tarde con creciente endeudamiento.

Abelardo Ramos, efectivamente defendió a Perón, la Revolución Nacional, la dignidad de los trabajadores, la industrialización, la organización institucional del país, la alianza estratégica con Brasil e Hispanoamérica, las luchas de Evita, el dictado de la Constitución Nacional (fue derogada por un Bando militar en nombre de la “libertad y la república” en los tiempos en que se fusilaba y encarcelaba a peronistas, a dirigentes obreros y a pensadores nacionales). Pero sobre todo, la misión invalorable del impulsor de la Izquierda Nacional consistió en fortalecer la conciencia nacional de los problemas argentinos.

Nuestro país atraviesa hoy un retroceso profundo que no soportará otro fracaso. Sin embargo, solamente con un acuerdo económico no hay salida. Menos aún si se rechaza un acuerdo político denostando al peronismo tal como el oficialmente impulsado en los ya escasamente creíbles grandes medios de comunicación, auténticos campeones en el oficio de “olvidar” el escándalo que significa la existencia de cuentas que empresarios, políticos, ministros y su familia, comunicadores, futbolistas y familiares y amigos tienen en paraísos fiscales con sangría de divisas del esfuerzo argentino transformadas en “papers”.

Fernández Díaz podría explicar, con humildad y sentimiento, sobre porqué, al aproximarse el cuarto de siglo de la muerte de J. Abelardo Ramos, sus libros se siguen reeditando y aumenta el interés de nuevos lectores. A la vez que debiera implorar que la llegada de su otoño no lo encuentre navegando en la cruel nave del olvido.

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