El legado de Juana Azurduy
El 3 de marzo de 1816 Juana Azurduy, al frente de 200 mujeres indias a caballo, derrotó a las tropas españolas en Bolivia
En aquella hazaña también liberó a su esposo el general Manuel Ascensio Padilla que estaba prisionero desde 1814. Después de aquél triunfo fue nombrada teniente coronel, siendo así la primera mujer con rango militar en el mundo.
Azurduy, símbolo del compromiso de las mujeres latinoamericanas con las luchas independentistas, nació el 12 de julio de 1780 en Toroca, Potosí, mientras estallaba y se expandía la rebelión de Tupac Amaru.
En 1802 a los 22 años se casó con Padilla, con quien tuvo cinco hijos y el 25 de mayo de 1809 cuando estalla la revolución independentista, ambos se unieron a los ejércitos populares creados tras la destitución del virrey y lucharon en las guerras que comenzaron en Chuquisaca y La Paz.
La figura de esta revolucionaria expresa la hermandad que une a los pueblos de Bolivia y Argentina, cuando colaboró junto a su esposo con las tropas enviadas desde Buenos Aires en la organización del escuadrón “Los Leales” para liberar el Alto Perú.
Además, estuvo al frente de un ejército de indias, mestizas y criollas, apodadas “Las amazonas”.
Ayudó a crear una milicia de más de diez mil indios, comandó varios de sus escuadrones y libró más de treinta combates.
En 1810, se incorporó al ejército libertador del argentino Manuel Belgrano, quien llegó a entregarle su propia espada en reconocimiento a su labor y la convirtió en la primera mujer en integrar el Ejército Argentino.
En agosto de 1816, se unió a la guerrilla del argentino Martín Miguel de Güemes y liberó el norte de Argentina del control realista.
Juana y su marido vivieron momentos extremadamente críticos en medio de la lucha, tanto que sus cuatro hijos mayores Manuel, Mariano, Juliana y Mercedes murieron de hambre.
Poco tiempo después, Juana que esperaba a su quinto hijo, fue herida durante la batalla de La Laguna y quedó viuda cuando su esposo intentó rescatarla.
El cuerpo del general fue colgado por los realistas en el pueblo de la Laguna y Juana, incluso en su estado, y al mando de un centena de soldados rescató el cuerpo de su esposo.
En 1825 el libertador Simón Bolívar, visitó a Azurduy y tras ver la condición miserable en que vivía, la ascendió al grado de coronel y le otorgó una pensión.
Murió el 25 de mayo de 1862 en la provincia argentina de Jujuy, a los 82 años de edad, en la soledad, el olvido y la pobreza absoluta, fue enterrada en una fosa común y 100 años después sus restos fueron exhumados y depositados en un mausoleo que se construyó en su homenaje en la ciudad de Sucre.
Los homenajes a la figura de Azurduy fueron muchos durante el siglo XX, los más emblemáticos fueron En 2015, el entonces presidente de Bolivia, Evo Morales y la expresidenta, Cristina Fernández, inauguraron la estatua de bronce más grande de Argentina, un monumento de nueve metros de alto, en uno de los jardines de la Casa Rosada. En 2016, el cineasta Jorge Sanjinés realiza la película “Juana Azurduy, Guerrillera de la Patria Grande”, con numerosa cantidad de premios internacionales.
Fuente: Radio Perfil