El Cordobazo fue peronista
Por Víctor Ramos
Desde las primeras horas de la mañana una columna de trabajadores del -SMATA- Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina- marchaba hacia el centro de la ciudad. Venían desde los talleres de la IKA-Renault por la avenida Vélez Sársfield. Al frente se encontraba su secretario general, Elpidio Torres.
Desde la -UOM- Unión Obrera Metalúrgica, partían hacia el mismo objetivo una columna de manifestantes con su dirigente Alejo Simó.
Elpidio López, de la -UTA- Unión Tranviarios Automotor, gran factor de la jornada hacía lo propio con sus afiliados.
Luz y Fuerza, con Agustín Tosco, también se sumaba al paro y movilización dispuesto por la CGT de Córdoba.
Para sorpresa de todos, los estudiantes de la Ciudad Universitaria en el barrio Clínicas también ganó la calle y la ciudad a lo largo de la jornada fue tomada por los obreros y los estudiantes.
¿Qué ocurría en la Argentina? -Desde hacía más de una década, puntualmente desde el 16 de setiembre de 1955, un grupo de generales acompañados por todo el sistema partidocrático, derrocaron a sangre y fuego al gobierno popular del presidente Juan Domingo Perón y la democracia fue archivada.
El presidente, teniente general Juan Carlos Onganía, había declarado que para llegar a las elecciones ordenadamente había que pensar en un período de no menos de 20 años más. El Cordobazo le dijo basta e hizo vibrar la Argentina.
La policía se replegó ante la multitudinaria manifestación. Fue el soleado 29 de mayo de 1969.
Obreros y estudiantes, por primera vez en la historia argentina, salieron a las calles juntos. Enfrentaban a una dictadura que llevaba en el poder más de 14 años. Recuerdan los testigos de la época a la Policía Montada a caballo retrocediendo ante el avance de la multitud.
Ese 29 de mayo se dieron a conocer las masas obreras y estudiantiles. El fervor combativo recorrió el país y comenzó un proceso de nacionalización de las clases medias antiperonistas.
Entre los líderes estudiantiles del Cordobazo podemos destacar a los presidentes de los centros de estudiantes, Pascual Bianconi de la Facultad de Medicina, Eduardo González de la Facultad de Matemáticas y al catamarqueño Simón Gómez de la Facultad de Derecho. Fue Bianconi quien habló en el barrio clínicas ante una asamblea de varios miles de estudiantes adhiriendo al paro de la CGT y luego junto a Elpidio Torres, desde el balcón del local de la central obrera a los trabajadores movilizados. Los estudiantes exigían “elecciones libres, sin fraudes ni proscripciones”.
La unidad obrero estudiantil fue un fenómeno histórico ya que la -FUA- Federación Universitaria Argentina, tradicionalmente en manos de la Franja Morada de la UCR o del -PC- Partido Comunista, siempre habían estrechado filas con los sectores oligárquicos, tanto en 1930 contra Hipólito Yrigoyen, como en 1945 y 1955 contra Juan Domingo Perón.
El Cordobazo fue una inflexión. Al año siguiente la FUA tuvo elecciones en todo el país y la corriente que se impuso fue la de la “Izquierda Nacional”. Pascual Bianconi fue su secretario general y su AUN, Agrupación Universitaria Nacional, establece contactos con Perón en Madrid y exige a la dictadura elecciones libres.
Si bien las jornadas de lucha fueron sorpresivas, todo el año fue un encadenamiento de conflictos y movilizaciones. El antecedente ineludible es que los empresarios de la industria metalúrgica venían produciendo quitas salariales a los trabajadores de la UOM de Córdoba. Finalmente la CGT de esa seccional sale en apoyo del reclamo metalúrgico y todos los gremios llamados “vandoristas” son promotores y vanguardia del Cordobazo que se estaba gestando.
Los grupos de la izquierda -sin excepción- que hoy reivindican el Cordobazo, en las vísperas del mismo, se opusieron. En la asamblea multitudinaria de estudiantes que hicimos referencia, realizada por la tarde del 28 de Mayo en el Barrio Clínicas, rechazaron adherir al paro del día siguiente porque era convocado por “los burócratas de la CGT y el vandorismo.”
Alejo Simó de la UOM, Elpidio Torres del Smata y Atilio López de la UTA integrantes de la CGT Azopardo y las 62 Organizaciones impulsadas por Vandor, fueron quienes convocaron al paro y movilización del 29 de Mayo de 1969. Y fueron éstos los gremios que comenzaron una serie de movilizaciones, huelgas y asambleas que desembocarían en las heroicas jornadas del mayo cordobés.
Sobre el tema es concluyente uno de los protagonistas de estas jornadas, Lucio Gastón Maceda cuando afirma que “la CGT de Ongaro, no cumplió un papel decisivo, no así algunos gremios que en Córdoba la apoyaban, caso de Luz y Fuerza y otros menores. Y sin exagerar, en algunas circunstancias (en el Cordobazo), la CGT marcó el rumbo al movimiento estudiantil.”
Años después de los hechos, con el radicalismo y el estalinismo nuevamente en el control de los claustros universitarios, la tesis del “espontaneísmo” en las jornadas de Córdoba hicieron encarnadura. Omitiéndose el protagonismo del SMATA, de la UOM y de la UTA.
Se alegó, incluso, que los hacedores de la rebelión de 1969 habían sido “dirigentes clasistas”, de los gremios de Fiat, quienes como se sabe, tuvieron gravitación pública dos años después. “Del sindicalismo peronista nada se dice, de Elpidio Torres, menos”, asegura Garzón Maceda.
Ninguna organización armada tuvo participación en el Cordobazo, incluso Roberto Santucho y su grupo no apoyaron esas jornadas, y el dirigente guerrillero, Héctor Jouvé del EGP, Ejército Guerrillero del Pueblo, que combatió en Salta con Ricardo Masetti a las órdenes del Che Guevara señala que:
”Lo que me impactó más fue el Cordobazo en sí mismo. Primero porque no me lo esperaba, y segundo porque desbordó cualquier previsión. Le pasó por encima a todas las organizaciones.”
Las jornadas del 29 de Mayo fueron la culminación de la lucha social desarrollada desde 1955. Pero la oligarquía seguía en el poder y reaccionó de la peor manera: intervienen a la CGT y asesinan Augusto Timoteo Vandor.
Señaló el fundador de la UOM, Ángel Perelman, en el documental “La hora de los hornos” de Pino Solanas y Octavio Getino que: “el peronismo no tuvo partido político legal luego de la derrota de Perón y fue a través de sus organizaciones gremiales -con sus limitaciones- que tuvo que llevar adelante la lucha”.
El Cordobazo fue le punto más alto de confrontación popular contra la dictadura.
El peronismo se organizó tras los gremios obreros que fueron la vanguardia revolucionaria para enfrentar a régimen oligarquico y finalmente fueron quienes garantizaron el retorno del general Perón y la defensa del gobierno democrático ante la oligarquía, en el fatídico 24 de marzo de 1976.