Los juguetes no tienen género

Una novedosa actividad organizada por SOS Discriminación Internacional Querétaro para el Día de Reyes: “Los juguetes no tienen género, son para jugar y ser felices”, afirma Edumndo Ramos, presidente de la entidad.

“De niño jugaba con la muñeca She-ra, la princesa del poder y hermana gemela de He-man porque su serie animada me enseñó sobre la importancia de los valores y de hacer voluntariado por la justicia e igualdad. Debido a que su fuerza no venía de ejercer violencia o de tener una enorme fortaleza física, sino de su recta voluntad y de sus ingeniosos poderes mágicos que surgen de su noble corazón y de su sensibilidad para ayudar a las personas en mayor situación de vulnerabilidad, así como a los animales indefensos. Además de tener la habilidad de curar, que sin saberlo me enseñó a mí mismo a comenzar a curar de mis heridas de la infancia para seguir adelante por un camino saludable, pero sobre todo me brindó herramientas para convertirme en el ser humano voluntario a favor de la igualdad y la no violencia que soy actualmente, porque me enseñó que el poder para superarme, para ayudar y ser feliz está en mi interior”. Así lo expresó Manuel Edmundo Ramos Gutiérrez, presidente de SOS Discriminación Internacional Querétaro en una de sus actividades de formación de liderazgo y sensibilización para el voluntariado juvenil sobre “Los juguetes no tienen género, son para jugar y ser felices” en el marco de la celebración del “Día de Reyes Magos”, 6 de enero.

Durante el evento, en el cuál han participado más de mil jóvenes de las más de 18 generaciones de las juventudes de la organización SOS Discriminación Internacional Querétaro y del Observatorio Juvenil por la No Discriminación Querétaro (OJQ), así cómo estudiantes de educación media y superior como el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios No. 118; la Universidad Autónoma de Querétaro; el Instituto Tecnológico Nacional de México, Campus Querétaro; la Universidad Politécnica de Querétaro (UPQ) entre otras. 

Las juventudes coincidieron en que sus juguetes de la infancia (sobre todo los que les traían los reyes magos) les ayudaron a vivir en un mundo deseado mientras jugaban, porque sus juguetes eran sus amigos con los que vivían aventuras, cumplían sueños, imaginaban nuevas cosas y los consideraban parte de su familia. Pero sobre aseguraron, que sus juguetes son especiales porque gracias a ellos aprendieron a valorarse a sí mismos; a valorar la amistad, la compañía y aprendieron a poner su imaginación, inteligencia y todo su esfuerzo para lograr hacer sus sueños realidad. 

“Pero sobre todo nuestros juguetes de la infancia nos ayudaron a tener un corazón noble, es decir, a tener una fuerza positiva emocional para expresar nuestros sentimientos desde la tolerancia y la asertividad para poder vivir en solidaridad, unidad y paz”. Afirmaron las juventudes de las organizaciones antidiscriminatorias.

En ese sentido, Manuel Edmundo Ramos Gutiérrez invitó a los papás y las mamás, en general a las personas adultas, a reflexionar y descubrir que muchas veces son ellos (sin darse cuenta) quienes repiten los prejuicios y estereotipos de género aprendidos de la cultura machista y patriarcal que les niegan a las niñas y niños la posibilidad de decidir y jugar con aquellas cosas que les hacen ser felices. Al no permitir, por ejemplo, que un niño juegue con “cosas consideradas para niñas” o que una niña juegue con “cosas que nos han dicho que solo son para niños”. 

“Si un niño por ejemplo decide jugar con dinosaurios igual que con muñecas y si una niña juega con carritos igual que con una cocina mágica, en ambos casos, se estarán promoviendo diversas habilidades y al mismo tiempo se estará fomentando la inclusión, la igualdad, así como el respeto a sus propias decisiones. Porque los juguetes no son de niñas ni de niños, son para jugar y ser felices. Por ello, es muy importante que las mamás y papás, en general las personas adultas, al tomar consciencia de la existencia de los prejuicios y estereotipos de género también pueden ayudar a erradicarlos, preguntando primero a los niños y a las niñas ¿Por qué les gusta ese juguete y que le hace sentir? Pues de esa manera podrán entender y conocer más a su hijo/a/e, podrán ser parte de su mundo y acompañarle durante su crecimiento, porque los juegos y juguetes ayudan a las infancias a construirse, a tener mayor confianza, seguridad, amplían su imaginación, su mundo, sus experiencias y sobre todo les ayuda a ser felices”. Concluyó Ramos Gutiérrez.

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