Preocupación en OTAN por inminente acuerdo bélico-energético entre Rusia y Corea del Norte
Moscú y Pyongyang confirmaron la visita a Rusia del líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, para una esperada reunión con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, que ha avivado las preocupaciones occidentales sobre un posible acuerdo armamentístico que pueda alimentar la guerra de Moscú en Ucrania.
Un breve comunicado en el sitio web del Kremlin indicó que la visita de Kim respondía a una invitación de Putin y se produciría “en los próximos días”. La visita también fue reportada por la agencia norcoreana de noticias KCNA, que indicó que el mandatario norcoreano se reuniría con Putin.
La agencia japonesa Kyodo, por su parte, citó a funcionarios rusos y dijo que Kim posiblemente se dirigiría a Rusia en su tren personal.
La oficina presidencial surcoreana, el Ministerio de Defensa y el Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur no confirmaron los detalles en un primer momento.
Según funcionarios estadounidenses, Putin se centraría en conseguir más suministros de artillería y otras municiones norcoreanas para suplir sus mermadas reservas, mientras trata de sofocar una contraofensiva ucraniana y demostrar que puede mantener una larga guerra de desgaste. Eso podría aumentar la presión sobre Estados Unidos y sus aliados para que busquen negociaciones, entre temores sobre un conflicto prolongado en Ucrania pese a los enormes cargamentos de armamento avanzado enviados a Ucrania durante los últimos 17 meses.
Se estima que Corea del Norte podría tener decenas de millones de proyectiles de artillería y cohetes basados en diseños soviéticos que podrían suponer un importante refuerzo para el ejército ruso, según los analistas.
A cambio, Kim buscaría ayuda alimentaria y energética que su país necesita con urgencia y tecnología armamentística avanzada, incluidas las relativas a misiles balísticos intercontinentales, misiles balísticos de submarino con capacidad nuclear y satélites militares de reconocimiento, según analistas.