El espinoso camino hacia la multipolaridad. Por Horacio Paccazochi

“El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro. Aparecen los monstruos” (Antonio Gramsci)

En Kazán, Rusia, del 22 al 24 de Octubre próximo se realizará la cumbre de los BRICS con un amplio temario que comprende, entre otros, tratados de libre comercio, el desarrollo del Banco de los BRICS, transferencia de tecnologías, etc… Pero sin lugar a dudas el tema más importante lo constituye el determinar un nuevo sistema de pagos, entre países, alternativo al SWIFT y al dólar.

Este agrupamiento que, contando solo sus países titulares, representa el 34% del territorio del planeta, el 45,2% de la población, y el 36,7 del PBI mundial, con estas impresionantes cifras, se pone por encima del G7 que es la máxima expresión del poderío occidental.

Esto y la posibilidad de que allí surja una nueva forma de pago entre países que se vaticina podría ser un 40% en Oro, y 60% en monedas nacionales respaldadas por las materias primas de cada país, ha hecho entrar en pánico a las elites globalistas.

Desde el Deep State, estado profundo, norteamericano son conscientes que ya no alcanza con un poder militar disminuido en cantidad y calidad de armamento para garantizar su dominio mundial. El dólar, como moneda de intercambio mundial, es la mejor arma con que todavía cuentan y están dispuestos a todo para mantenerla.

Si a esto le sumamos una degradación de las conducciones políticas de Occidente estamos ante un momento muy peligroso.

Lejos estamos de dirigentes políticos de épocas pasadas, que más allá de su posicionamiento ideológico, poseían la templanza y la madurez para evitar ir hasta las últimas consecuencias cuando se trataba de conflictos entre potencias nucleares.

La dirigencia política latinoamericana de derecha a izquierda no desentona con la decadencia de la del resto de Occidente. Salvo honrosas excepciones, como la de Lula en Brasil, y alguno más con realidades internas muy conflictivas como Venezuela y Cuba, el resto se encuentra alineado con las elites financieras.

En el caso de Argentina desde el tratado Roca-Runciman, no mostrábamos una claudicación mayor. Por lo menos en aquella oportunidad se hizo a cambio de exportaciones, en esta por el gusto de ser lacayo.

Pero para tener una impresión más acabada de las tensiones que hoy atraviesa el mundo analicemos a sus actores.

EL BLOQUE OCCIDENTAL

Encabezado por EEUU que, al ver peligrar su hegemonía mundial por el avance del bloque asiático, se aferra a sus deseos más primitivos cual es separar a Europa de Rusia, y hundir a Alemania, la “locomotora de Europa”, potencial competidor que de complementarse con la Federación Rusa arrastraría al resto del viejo continente. Este y no otro es el origen del conflicto ucraniano.

La profunda crisis de la dirigencia europea se lo permite en un acto de suicidio económico y cultural.

Económico con la emigración de capitales que en la década del 60′ marchaban de EEUU a Europa y hoy lo hacen en sentido inverso. Sin el gas barato ruso la industria alemana, fundamentalmente, entra en colapso al tener que comprarlo a los norteamericanos un 40% más caro. Cierres de plantas automotrices, (Volkswagen, Stellantis) y la industria química lo ejemplifican.

En el plano cultural la imposición a rajatabla, por parte de la Unión Europea, de la Agenda globalista 2030 y su fanatismo medioambiental y políticas de género, ha complicado a su industria, (fracaso del auto eléctrico), hace descender sus índices de natalidad, y la instalación de una predica rusofóbica que la empuja a la guerra.

El otro factor de desestabilización provocado por las elites globalistas se instala en Medio Oriente con el genocidio sionista en Gaza, en donde la crueldad demostrada contra la población civil nos demuestra lo bajo que han caído los tan publicitados “valores occidentales”. Mas de dos millones de personas recluidas en un campo de concentración a cielo abierto, sin acceso a las necesidades básicas, con cerca de 200.000 muertos, y miles de personas entre niños, mujeres y ancianos mutilados.

Si sumamos las provocaciones a Irán y al resto de países musulmanes de la región, se entenderá que se está preparando la extensión del conflicto a todo el Oriente Medio, como otra forma de desestabilización que entorpezca el camino hacia la multipolaridad. Países como Arabia Saudita y Turquía con intenciones de incorporarse a los BRICS, pueden ante esta situación ver complicado su ingreso a los mismos.

La ONU ha quedado reducida a una institución eminentemente declarativa que solo sirve como elemento de presión del bloque occidental, y donde las ONG, financiadas por las elites globalistas, han sido puestas al mismo nivel de los Estados.

La “Agenda del Futuro” es la continuación de la incumplida Agenda 2030 que se discute mientras cientos de miles se desangran en las llanuras ucranianas, y nadie pone freno al genocidio palestino.

Si a esto le sumamos los intentos de asesinato a lideres europeos como Robert Fico en Eslovaquia, o Víctor Orban de Hungría por oponerse al enfrentamiento con Rusia, al igual que con Donald Trump en EEUU, comprendemos hasta donde están dispuestos a llegar para retener la hegemonía financiera mundial.

Los monstruos han aparecido y están mostrando su verdadero rostro.

EL BLOQUE ASIATICO

Con dos referentes principales como China y Rusia se proponen concretar en los BRICS, un trabajo defensivo que desde años atrás vienen realizando con distintos países para poder comerciar al margen de las desestabilizaciones del bloque anglo-europeo. Producto de ello surgieron la Organización para la Cooperación de Shanghái, (China), y la Unión Económica Euroasiática, (Rusia),…

Por su parte China y Rusia han intensificado acuerdos y relaciones bilaterales en Medio Oriente, África, y América Latina.

China a su vez con su propuesta de la Franja y la Ruta de la Seda, fue uniendo países con una infraestructura que llega hasta Europa.

La intención de los BRICS, y BRICS PLUS, (Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes, Etiopia e Irán), y los más de 150 países que mostrado sus deseos de unirse, no es otra que la de comerciar en paz sin las presiones belicistas del bloque occidental, y escapar a su mayor factor de desestabilización que es el dólar…

Es un desafío enorme poder aunar esfuerzos provenientes de países tan disimiles, muchos de ellos endeudados en dólares.

No será una concreción de un día para otro, pero es la única posibilidad que tiene la mayoría del mundo de desprenderse de la asfixia impuesta por las elites globalistas.

No hay lugar para falsas opciones. La disyuntiva hoy es optar por Paz o Guerra. Respeto a las soberanías nacionales, o claudicación al gobierno de una elite constituida en gobierno mundial.

Tal vez la elección de Kazán para realizar la cumbre sintetiza el espíritu que anima a sus participantes. Esta ciudad, a orillas del Volga, es la de más diversidad de Rusia con más de 115 etnias que conviven en paz, abrazando distintas religiones como la Musulmana y la Cristiana Ortodoxa, entre otras. Es el ideal al que el género humano debe aspirar para poder existir.

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