Un octubre diferente. Por Sara Liponezky
Ayer fue un día diferente. No parece casual que haya ocurrido en octubre, cuando a historia registra en Argentina y el mundo ciertos episodios gravitantes en la transformación social de los pueblos. Entre otros, la revolución socialista en Rusia y en nuestro país el 17 de octubre de 1945. Sin soslayar una formidable y espontanea movilización popular que fue el éxodo oriental (1811(superado por Artigas y su pensamiento luminoso.
La jornada de ayer tuvo algo de esa energía potente que es un signo de la vitalidad de los pueblos, de resistencia a la resignación y de rechazo a la irracionalidad, la injusticia, la inequidad y la violencia. . En un contexto de hostigamiento recurrente y generalizado contra distintos sectores que defienden la legitimdiad de sus derechos, de desazón y de represión desbordante, la comunidad marco presencia. Fue una amalgama de jóvenes estudiantes, trabajadores docentes y no docentes, autoridades de esas Casas de estudios, egresados de la universidad pública y vecinos, ante la ofensiva liquidadora del gobierno nacional, Pusieron música, garra y color a nuestra Argentina gris. En todas las calles y plazas de la república, las marchas tuvieron ese tono propio de quienes sienten alivio y esperanza cuando el dolor es compartido, Ensayaron canticos ingeniosos y oportunos en defensa de esa conquista incontrastable, abierta a la sociedad sin condicionamientos., prestigiosa y de calidad.
Las y los jóvenes que conforman una poderosa e imparable marea, trajeron a la memoria ciertos historia sagrados que nos movilizaron emociones, como la reforma de 1918 y el Cordobazo. A Ambos vinculados la democratización de la enseñanza superior y la alianza de trabajadores y estudiantes. Es que la convocatoria misma fue un disparador para hacer visible una reserva de valores, de ideas, principios y reivindicaciones encarnadas en la conciencia colectiva. Como la vocación soberana de nuestro pueblo. Esa fortaleza ayer pareció invencible. Y par que nuestro recuerdo fuera completo a pesar de que asistimos a un proceso surgido del voto popular, escuchamos también como en los tiempos oscuros de la dictadura “Patria si, colonia no”
Los comentarios de funcionarios y repetidores en algunos medios que subsisten entre la mentira y la ficción, carecen de entidad pues como dijo un grande “no se puede tapar el sol con una mano”. Es deseable que las representaciones legislativas responsables de definir sobre este tema en los próximos días, hayan tomado razón de lo que expreso esa voluntad multitudinaria de compatriotas bien nacidos.