Del realismo mágico austríaco a la realidad económica argentina. Por Horacio Paccazochi

“La realidad es la única verdad” (Un general que de esto sabia un poco)

Luego de recorrer incesantemente los besamanos occidentales en busca de financiamiento para su proyecto dolarizador y, aunque mas no sea, para mantener funcionando su gobierno Milei retorna con las manos vacías. Salvo que un préstamo de 5.000 millones de dólares del Banco de Basilea se considere un respaldo al gobierno cuando se ha depositado oro en la City de Londres por , oh casualidad, 5.400 millones de dólares, que seguramente nunca más veremos.

De nada sirvieron las promesas a las tecnológicas que podían quedarse con la administración del Estado, o sacarse mil fotos con Elon Musk y prometerle el Litio y las comunicaciones, que hasta ahora no ha concretado nada.

De nada sirvió declararse un anticomunista ferviente, y estrechar solo lazos con dos países: EEUU e Israel que desde el país del Norte, y del artificio norteamericano de Medio Oriente solo llegaron saludos.

Debería haber escuchado a su amigo Bolsonaro que luego de hacer profesión de fe anticomunista se resignó a decir que con China “tenemos un matrimonio inevitable”.

Prometió al FMI más ajuste del que le pedían, y a los empresarios que invirtieran sacar el 100 % de las ganancias cuando habrían admitido un 25 %.. Así y todo no entra un peso. La inversión más grande de Malasia a través de Petronas, por US$ 30.000 millones, para una planta de gas licuado, terminó retirándose ante la poca confianza que el gobierno dispensa.

A la vuelta de la esquina el comienzo de la pérdida de popularidad, la imposibilidad de seguir adelante con este estrangulamiento del Estado y con mínimas reservas en el Banco Central, parecen haber traído a la realidad a Milei que en una reciente entrevista reconoce que los chinos no le piden nada a cambio, como sus amigos del norte, para invertir en el País a condición de que “no los molesten”. Imagino se habrán referido a las inspecciones que la “especialista bancaria”, y canciller Diana Mondino realizara a la planta terrena china en el Sur donde descubrió que……..los chinos son todos iguales.

El País no está para experimentos austriacos ni para improvisados que vienen a desasnarse en la función de gobierno.

Mas del 50 % de la población está por debajo de la línea de pobreza, y sin la ayuda de la AUH y la Tarjeta Alimentar la indigencia ya estaría en el 25%.. Los jubilados con bonos y todo están perdiendo un 11 % con la inflación. Debe entender el gobierno que ante estos números el mostrar Déficit 0, y baja inflación no le alcanzaran para que la población los siga apoyando.

Se impone un urgente cambio de rumbo no solo en la política internacional, sino en la política económica interna reactivando el consumo y por ende la producción que han caído a niveles escandalosos.

El sufrido Pueblo argentino no se merece más frustraciones, ha llegado la hora de dejar de lado ideologías, falsas antinomias y empezar a exigir la devolución al Estado Nacional de su papel rector de la economía y de la sociedad, ante el fracaso, ya evidente, de un modelo individualista y que enajena la soberanía nacional.

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