¿Es posible una resistencia nacional? Por Horacio Paccazochi
Creemos que sí, más que por una percepción de la realidad, por una memoria histórica de un legado nacional imborrable en la conciencia de los argentinos.
Estamos viviendo bajo el gobierno de Milei una nueva “década infame”. Si bien aquella comenzó con el golpe de Uriburu al presidente Yrigoyen, los gobiernos “democráticos” que le sucedieron intentaron lo que hoy Milei está realizando que es terminar con la soberanía económica y territorial de la Argentina.
Desde esa velada reforma, en muchos aspectos, de la Constitución Nacional que significo el DNU, hasta el RIGI que otorga beneficios a la entrada de empresas extranjeras en condiciones de exención de impuestos y repatriación de ganancias que nunca hubieran imaginado. Medida esta que resultó en un fracaso total ya que de los 12.000 millones que se inscribieron 9.000 ¡los puso YPF! La liquidación del estado, a cargo de Sturzenegger, luego del desguace de las empresas nacionales iniciado con la dictadura del 76′, y que 40 años de democracia profundizaron o no supieron defender.
La pérdida de soberanía al renunciar, en los hechos, a tomar medidas para impedir la militarización anglosajona del Atlántico Sur con base en nuestras Malvinas, o favorecer la ininterrumpida intromisión de militares israelitas en nuestra Patagonia, aliada con la derogación de la Ley de Tierras que está permitiendo la compra de miles de hectáreas en el sur por capitales extranjeros.
El desprecio social al vetar un misérrimo aumento a los jubilados, y a la atención de los discapacitados en aras del idolatrado “déficit fiscal”, están encontrando oposición en un Congreso Nacional presionado por las movilizaciones populares que reclaman por estos aspectos esenciales para la vida en comunidad.
Estas movilizaciones y crecientes voces de rechazo que parten desde las Fuerzas Armadas por la adecuación de nuestro poder defensivo a lo que dicta nuestro enemigo, como el caso de los aviones F-16, que todavía no llegaron, pero que ya cuentan con prohibiciones de alcance de radar por parte de Inglaterra. O por la equiparación de salarios de las Fuerzas Armadas con las fuerzas que usa Bullrich para la represión interna. Todo esto evidencia que se está llegando a un punto límite de soportar tanta vejación de nuestros derechos sociales y soberanos.
El menoscabo al federalismo que permanentemente enuncia y ejecuta el gobierno nacional que ha encontrado, por fin, una respuesta en la mayoría de los gobernadores en la inasistencia al acto de Tucumán por la celebración del 9 de Julio.
Por todo esto y el creciente deterioro en el nivel de vida de la población creemos se empiezan a dar las condiciones para un creciente rechazo al proyecto Milei.
Pero confiamos que más allá de la coyuntura, y más allá de las frustraciones sufridas, va a prevalecer una memoria histórica rica en realizaciones nacionales que supieron poner a la Argentina en un lugar destacado en el mundo.
