La República Continental Latinoamericana
El intelectual uruguayo nació el 31 de marzo de 1929 en Montevideo y fue amigo del Papa Francisco.
Por Hernán Bernasconi
Esta nota no es un libro ni una conferencia. Pretende ser un breve refresco para la memoria del espíritu nacional. Y un boceto para las nuevas inteligencias que se propongan avizorar nuestro destino como América Latina en el mundo actual. Ver la realidad del espacio antropológico, geográfico, geopolítico e histórico que fue y que es, es una tarea inacabada sin lo cual seguiremos siendo una veintena de estados nacionales invertebrados, coloniales o semicoloniales, con crisis recurrentes, creciente pobreza y pérdida de nuestras riquezas.
El pasado 15 de noviembre -día de San Alberto -se cumplieron trece años del fin de la vida terrenal del intelectual uruguayo Alberto Methol Ferré. Uno de los amigos del jesuita Jorge Mario Bergoglio y uno de los combatientes más empecinados en la lucha por “la Segunda Independencia” de nuestro continente.
¿Quién fue Methol Ferré?
Alberto Methol Ferré nació el 31 de marzo de 1929 en Montevideo, Uruguay. Nació cuando se producía la crisis financiera en la Bolsa de Nueva York. La Gran Depresión y su expansión en el espacio y en el tiempo. De niño concurrió a la escuela primaria pública y al Liceo Francés. Las fuerzas de la Alemania nazi llegaban a París. De Vichy, Degaulle y Petáin. “El ser y la nada” y “el infierno son los otros”. El jóven Methol estudió Derecho y Filosofía, militó en el Centro de estudiantes e se inició en la corriente del Partido Nacional que comanda Luis A. Herrera (“el herrerismo”). La primera gran lucha estudiantil y política fue la oposición a la instalación de Bases norteamericanas en el Uruguay, intento yanki de neutralizar el triunfo de Juan D. Perón en la Argentina.
Escribió su primer artículo para una revista de estudiantes titulado «Sartre y el fin del humanismo» en 1948, y se convirtió al catolicismo en 1949, bajo la influencia esencial de la obra de Gilbert K. Chesterton y de “El Sentimiento trágico de la vida” del profesor de Salamanca don Miguel de Unamuno y entre otras lecturas las obras de Gilson y Maritain.
De la geopolítica de Perón al inquieto joven Methol
Un artículo de Perón del año 1951 con seudónimo de Descartes reafirma la convicción del joven Methol en el concepto de los Estados Continentales, que él veía reflejado en la realidad en los Estados-Unidos. Pero para profundizar en el análisis de esa realidad económica y geopolítica estudia las investigaciones de los alemanes Friedrich List y Friedrich Ratzel.
La nueva geopolítica mundial de los Estados Continentales industriales como sustitutos del protagonismo de los viejos pequeños Estados Nación ilumina desde entonces su pensamiento. Y a partir de ésta visión el hispanoamericanismo y el latinoamericanismo con los que ya había tomado contacto a través de Rodó, Ugarte, Jaureche, Chavez, Ramos, Rosa, Jaguaribe, Rodolfo Kush, etc, adquieren una lógica histórica nueva para él.
Recordemos que Perón desarrolla la idea de la necesidad de constituir en América del Sur el núcleo básico de la integración de nuestro Estado Continental latinoamericano para lo cual era menester realizar una alianza argentino-brasileña y la salida bioceánica que transformarían a nuestras naciones en uno de los bloques más importantes del mundo. Tanto por la importancia del desarrollo industrial necesario para abastecer al gran mercado latinoamericano cuanto por el peso que cobraría en el comercio internacional.
En el año 1955 funda y dirige la revista NEXO junto con Reyes Abadie y Ares Pons cuyo nombre surge de la idea de un Uruguay “nexo” o “puente” entre Argentina y Brasil. Se interioriza en el pensamiento de Jorge Abelardo Ramos quien publica su obra «América Latina: Un País» y toma relación con don Arturo Jauretche, de quienes se hace gran amigo. Más tarde conoce al brasileño Helio Jaguaribe con quien coinciden en sus ideas.Tras el triunfo electoral del Partido Nacional actuó como Secretario del Consejo Nacional de Gobierno. Escribe y publica su primer libro «La crisis del Uruguay y el Imperio Británico» en 1959, participa de la delegación uruguaya que interviene en la reunión preparatoria de lo que luego sería la ALALC.
En 1966 da el texto filosófico «La dialéctica del hombre-naturaleza», en 1967 da a conocer el ensayo «El Uruguay como problema», obra que afirma la condición de “nexo entre Brasil y Argentina” y “llave de la Cuenca del Plata y el Atlántico Sur”. Pública: «Geopolítica de la Cuenca del Plata».
Fundó la revista católica latinoamericana Víspera en 1967 donde colaboraron el peruano Gutiérrez, el nicaragüense Cardenal, el italo-argentino Gera, el mendocino Dussel y el uruguayo Carriquiry entre otros. Fue clausurada el 2 de mayo de 1975 por orden de los militares.
En 1971 integró el equipo de Seregni, el año de la creación del Frente Amplio y apoyó, dentro del Frente, a la Democracia Cristiana.
En 1972 el Escuadrón de la Muerte asesinó a un sobrino.
Monseñor Antonio Quarracino, un Arzobispo “callejero”
Es en esos tiempos difíciles que anticipaban las próximas dictaduras en Uruguay y Argentina Alberto Methol Ferré es nombrado Asesor de los Laicos del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano).
Mientras tanto, a los 36 años, el 31 de julio de 1973 el Padre Bergoglio fue elegido provincial de los Jesuitas, cargo que ejerció hasta 1979. En 1986 fue elegido Director Espiritual y Confesor de la Compañía de Jesús y en esos años conoció a Monseñor Antonio Quarracino, un arzobispo callejero y sabio.
Juan Pablo II nombró a Bergoglio después, Obispo y Auxiliar de Buenos Aires (1992). Su ordenación episcopal fue presidida por Monseñor Quarracino en junio y ese mismo año fue nombrado Vicario Episcopal de Flores. En 1993 fue nombrado Vicario General de la Arquidiócesis de la Ciudad y en 1997 Arzobispo Coadjutor. El 28 de febrero de 1998 tras la muerte del cardenal Quarracino, asumió la conducción pastoral del Arzobispado no sin antes recuperar el báculo que aquel le había donado.
Tras la elección de las nuevas autoridades del CELAM, Monseñor Antonio Quarracino queda al frente del Departamento de Laicos, y Methol pasa a ser, por iniciativa de Quarracino, el nuevo Secretario del Departamento de Laicos del CELAM.
Luego, desde 1975, fue incorporado como miembro del Consejo Teológico Pastoral del CELAM, siendo el primer laico que lo integró.
Al ser electo Quarracino como Secretario General del CELAM, Methol se convierte en Secretario del Secretario General del CELAM, desde 1979 hasta 1982.
En 1978 escribe el libro “Puebla: proceso y tensiones” y en los próximos años su obra es intensa.
Confluencias en el marco de la Iglesia entre Francisco y Methol Ferré
José Ramiro Podetti, quien además de ser Rector de la Universidad Nacional de Montevideo dirige el Instituto de Estudios Latinoamericanos Alberto Methol Ferré en una Conferencia pronunciada en la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Montevideo el 22/9/2014 “Confluencias entre Francisco y Alberto Methol Ferré: Iglesia, evangelización y mundo contemporáneo”, respecto de esas “confluencias” dijo:
En primer lugar…”las trayectorias de ambos…fueron signadas por la asunción y aplicación del Concilio Vaticano II; en general y en particular, como responsabilidad directa, en América Latina;
En segundo lugar, su participación activa y protagónica en conferencias generales del episcopado latinoamericano. Se podría trazar un paralelo entre (la participación de) Methol en Puebla y (la participación de) Bergoglio en Aparecida; más allá de su conocimiento, seguimiento, participación, de y en otras conferencias, el rol de Methol en Puebla y el de Bergoglio en Aparecida aparecen como determinantes en la madurez y fructificación del servicio a la Iglesia en cada uno;
En tercer lugar, otro espacio de confluencias de Francisco y Methol es la producción teológica de Lucio Gera y de la llamada Escuela Argentina o Escuela del Plata en Teología (O más comúnmente denominada “Teología del Pueblo”, la aclaración nos pertenece);
Y por último, creo que un cuarto componente de las confluencias entre Francisco y Methol es la asunción de América Latina como espacio histórico, cultural y teológico.
El primer encuentro de Bergoglio y Methol a orillas del manantial
En la década del 70 Bergoglio conoce las publicaciones de Methol Ferré, principalmente por la revista Nexo. Fue, según relata el rector de entonces de la Universidad del Salvador Francisco Piñón, “… en 1978 algunos meses antes del Encuentro de Puebla, México, que se realizó en febrero de 1979. Un almuerzo de tres, que se llevó a cabo en el Colegio Máximo de San Miguel, sede pontificia, en aquel momento, de la Facultad de Filosofía y Teología de los jesuitas, que era parte de la Universidad del Salvador.” A partir de entonces nació una amistad incondicional.
En Argentina se había formado un núcleo, una línea teológica: Lucio Gera, Gerardo Farrell y Juan Carlos Scannone, nombres conocidos y frecuentados tanto por Bergoglio como por Methol Ferré.
Ellos ponen el acento en la religiosidad popular, en la opción por los pobres, en la cultura, en la unidad de la Iglesia y en la historia latinoamericana. Es el núcleo o manantial que enriquece a estos dos grandes cursos permanentes. Bergoglio, más concentrado en la vida misma de la Iglesia. Methol más político, comprensivo de las realidades nacionales, de la ciudades-estado, de la formación de los estados nacionales y en el tránsito hacia el Estado continental.
Más adelante, las visitas de Methol Ferré a Buenos Aires fueron más seguidas y el trato más frecuente.
A modo de síntesis provisoria
El reportaje que le hace el periodista italiano Alver Metalli a Methol publicado en el año 2006 con el título “La América Latina del siglo XXI” nos sirve para hacer una síntesis de lo esencial de su pensamiento. El “concepto de los Estados continentales”; la necesidad de tomar como punto de partida “nuestras raíces culturales católicas”; el fenómeno del “ateísmo libertino” como identificación de lo enemigo que hay que vencer y transformar en una relación fraternal y la distinción entre “iglesias reflejo” e “iglesias fuente”;
El concepto de Estados Industriales Continentales
El concepto de “Estados industriales continentales”, según afirma Methol, en América Latina hay que desarrollarlo “desde nuestras raíces culturales católicas”, como única alternativa contra la resignación a la insignificancia histórica en la globalización.
Entendemos que con esta última afirmación el filósofo nos está indicando el camino de una visión antropológica cristiana que no se puede sujetar a los parámetros de la economía. La idea de una visión desde Sud América sugiere distinguir una antropología del hombre latinoamericano que no consista en lo que ve, desde este lugar, el observador que nos visita. La antropología referiría generalmente, a “lo que se dice en la ciudad imperial acerca de lo que ocurre con el hombre en la colonia” (decía Kusch, 1978:100). Eso no. Sí, en cambio, se debe a la búsqueda de una propuesta de posicionamiento iluminado por la luz de “la piedad popular” de “este lugar”. De este espacio socializado que constituye “nuestro ser-en-el-mundo” donde se fusionan la historia, la geografía, la cultura, la política y la economía.
El fenómeno del “ateísmo libertino” y el “nihilismo consumista”
Enfoca el fenómeno del ateismo libertino de masas como sustituto del ateismo mesiánico y desmovilizador profundo de las juventudes del mundo. Reaparece así el tema de la sociedad opulenta y la «cornucopia permisiva» (expresión de Z. Brzesinski), ambos fenómenos que conducen al “nihilismo consumista” que es la razón de la falta de sentido, de la disolución del “ser” y del “tener”.
Distinción entre “Iglesia reflejo” e “Iglesias fuente”
Por último y como expresiones motivadoras de la misión evangelizadora permanente considera necesario tener presente la distinción entre “Iglesias reflejo” e “Iglesias fuente”, que retoma de un modo diferente la dinámica “centro-periferia”.
Fuente: INFOBAE