La mala conciencia
Por Víctor J. Ramos.
El presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) Horacio Verbitsky, intentó vincular al Papa Francisco con los genocidas del proceso militar de 1976, en una nota de Página 12. La mala conciencia de Horacio Verbitsky lo lleva a pensar como el ladrón que “son todos de su misma condición”. Desde el diario Página/12 (propiedad de Víctor Santamaría, presidente del Partido Justicialista de la ciudad de Buenos Aires), Horacio Verbitsky volvió a sus andadas para difamar al Papa Francisco. En su primera edición del año, Pagina/12 arremete contra el Papa argentino. Desde un artículo que titula “La mala conciencia del pontífice”, Horacio Verbitsky, intenta vincular al Papa Francisco con los genocidas del proceso militar de 1976. Eran tiempos tempestuosos, en los que el propio Verbitsky se desempeñaba como jefe de la inteligencia del grupo terrorista Montoneros. Es público y notorio que estos negociaban con la dictadura y en especial con el almirante Emilio Massera. Con los diversos ataques terroristas contra el gobierno democrático, los Montoneros sabían que contribuían a generar las condiciones del golpe de estado. Así lo pusieron de manifiesto los documentos de la jerarquía montonera en ese momento. De la misma manera que desde el Partido Comunista pensaban que el general Jorge Rafael Videla era mejor que el peronismo en el gobierno, o en todo caso se contribuiría a “agudizar las contradicciones del sistema”. Hace pocos días salieron a la luz nuevos documentos aterradores donde se evidencia que la cúpula directiva de Montoneros mandó -a sabiendas- a decenas de militantes en la llamada “contraofensiva” a la muerte segura. El papel de Verbitsky ha sido puesto en duda por diversos testimonios en lo que no queda claro para que lado “militaba”. No se trata de acusar a Horacio Verbitsky para defender al Papa, no hace falta. Pero no deja de llamar la atención que justamente este agente de inteligencia, con apoyo económico de la Embajada Británica, la Fundación Ford, y la John Merk de EEUU entre otras tantas asociaciones internacionales vinculadas con la CIA financian sus actividades. Así lo indica su página web de la CELS que tan dignamente preside. Como Rodolfo Galimberti, Horacio Verbitsky termina vinculado a la CIA y a los intereses norteamericanos. Cuando el Cardenal Jorge Bergoglio fue designado Sumo Pontífice, una ola de alegría recorrió el mundo. Los gritos de júbilo salieron de las barriadas de la argentina y su eco abarcó todo el planeta. Solo dos voces salieron en repudio al nuevo Papa Francisco: el premier británico, David Cameron y Horacio Verbitsky. El primero dijo que no estaba de acuerdo con el nuevo Papa por su conocida posición de reivindicación de la soberanía argentina en las Islas Malvinas, y el segundo porque “durante la dictadura había entregado a dos curas jesuitas a la dictadura.” Nada más falso de toda falsedad. El accionar del Cardenal Jorge Bergolio durante esos años terribles fue de constante protección a los perseguidos políticos. Los testimonios son innumerables y citaremos al del sacerdote español José Caravias, radicado actualmente en Paraguay quien dijo: “A mí ya me habían expulsado de Paraguay en 1972. Conocía la ferocidad de la dictadura. En cambio, Jalics se hizo el valiente y se quedó en Buenos Aires, y casi le cuesta la vida. No quiso irse y lo pasó muy mal. Lo torturaron mucho. Bergoglio lo salvó. Se empeñó en averiguar donde estaba. Si no lo reclamaba lo mataban. También salvó al argentino Orlando Yorio” dijo. “Gracias a Bergoglio estoy con vida y hoy estoy aquí hablando con usted”, le dijo el Padre Caravias al periodista Hugo Ruiz de la Agencia France Press. El sacerdote jesuita, autor de unos 40 libros y ensayos vinculados al área social atribuyó las calumnias contra el Papa al sistema capitalista salvaje que enfrenta. “Lo quieren ensuciar. Es muy peligroso para ellos que un Papa denuncie la pobreza mundial”. El Papa Francisco, les dijo a los presidentes latinoamericanos que lo visitaron: “No se olviden del sueño de San Martín, de Bolívar, de Artigas, de la Patria Grande!” Luego del derrumbe comunista en 1989 y terminadas las ilusiones del poder proletario; la bandera de los humildes, de los desposeídos, de los inmigrantes, de los villeros, de los pobres, de las minorías, de los descalzos del mundo, las sostiene el Papa Francisco. ¿Qué duda cabe?