Un nuevo libro de Sara Liponesky rescata la lucha de las amas de casa entrerrianas por la primera ley de jubilación
El viernes 14 de marzo se presentó el libro “Mujeres en marcha”. La autora, Sara Liponesky de Amavet, recrea la lucha de un grupo de mujeres entrerrianas para alcanzar la Ley de Jubilación del Ama de Casa. La intendenta Rosario Romero destacó que el trabajo literario rescata “un hito en la historia entrerriana”. Fue editada por la Editorial Municipal de Paraná.
Por Sara Liponesky
La actividad se realizó el pasado jueves en el Salón Mariano Moreno del Concejo Deliberante, en el marco de la Semana de la Mujer.
“No podíamos dejar pasar este testimonio que significa este libro, de aquella lucha que se dio en los ochenta y de la cual formó parte el gobierno de Jorge Busti. Se conformó una masa de mujeres lideradas por Sara, un sindicato de Amas de Casa, donde se logró la sanción de la primera Ley de Jubilación de Amas de Casa. Fue un hito en la historia entrerriana”, valoró la intendenta Rosario Romero.
La autora de la obra, por su parte, remarcó que “lo que me definió a tener que dejar un registro fue la figura de Jorge Busti. Fue grato hacerlo porque mi memoria revivió momentos muy emocionantes de esta trayectoria”.
El acto dispuesto por la presidenta municipal de nuestra ciudad que, a diferencia de la Provincia, agendó entre sus actividades una Semana de la Mujer. Y pudo hacerse gracias al trabajo minucioso, apasionado y muy profesional de la Editorial Rosa y Dorada de Paraná, a quienes renuevo mi agradecimiento. Movilizó emociones, recuerdos y me cargó de fuerte energía. Por su concurrencia entusiasta, muy interesada, diversa en lo generacional, y de pensamientos. Por el reencuentro con personas muy queridas, que fueron parte de esta historia, sus hijas e hijos, que acompañaron como Cristina Cremer de Busti, Roberto , Rosario, Edgardo Massarotti , mi familia, otras y otros. Por un reconocimiento que me enaltece porque no es personal, es a una legión de mujeres extraordinarias, que gestionaron un sueño y lo hicieron realidad para bien de miles de entrerrianas que pudieron acceder por primea vez a una jubilación, merecida por su trabajo anónimo, esencial y milenario al cuidado del hogar y la educación de sus hijos. Una reivindicación de absoluta vigencia ya que es reciente la legislación que reconoce las tareas de cuidado, principalmente a cargo de mujeres. Y además, lamentablemente porque padecemos una política nacional que propicia la negación y desmantelamiento de toda acción institucional vinculada al género.
Agradezco especialmente las palabras de Rosario (que esta en el libro porque nos ayudó voluntariamente con su solvencia jurídica en la Subsecretaria de la Mujer) y fue autora del art 17 de nuestra constitución reformada en 2008, que condujo con Jorge Busti como vicepresidenta. Allí se reconoce con jerarquía constitucional el valor del trabajo en el hogar. El mensaje siempre maravilloso de Romani, que sin querer y por su justa mención a Ramírez en la fecha que recuerda su nacimiento. Y me induce a suplir una omisión imperdonable en ese momento: la importancia de su madre Tadea Jordán. No solo un vientre poderoso que engendro dentro de su prole profusa a dos caudillos, hombres lucidos, comprometidos con la comunidad como El Supremo y Ricardo Lopez Jordán. Muy joven, viuda, , se hizo cargo de la hacienda familiar, inculcó en sus hijos la vocación patriótica y a los 60 años (de entonces) cruzó a caballo el río Uruguay para advertir a su hijo Ricardo exiliado en Paysandú por la persecución del primer gobernador porteño que tuvo esta provincia, Lucio Mansilla.
No por casualidad focalizó su enemigo en el hermano la madre de Ramírez, herederos políticos de su lucha. La metió en prisión y confiscó todos sus bienes. Creímos que sería el único, en esta provincia de fuerte tradición anticentralista y federal. Pero el devenir histórico nos da sorpresas.
Hago esta mención aquí porque rechazo toda pretensión fundacional, el título del libro indica una dinámica virtuosa en el camino de las entrerrianas por sus derechos y su entrega a la comunidad, Mujeres en Marcha, una marea que arrancó hace tiempo, con la impronta de aquellas compatriotas como Tadea (sin registro en el relato escolar), de Evita y las luchas actuales. Es también una apuesta al presente, a la no resignación, al valor del proyecto colectivo, a la fuerza de las convicciones y la formidable potencia femenina.