Vito Dumas, víctima del antiperonismo

Fue el primer navegante que dio la vuelta al mundo en solitario y por la ruta del Cabo de Hornos en 1942. Y en el 49 el presidente Perón lo nombra teniente de navío de la reserva de la Armada y le ofrece la dirección de una flamante escuela de náutica deportiva. Por esto en el Yatcht Club Argentino lo apodaron “el innombrable” borrando de la Historia todas sus hazañas legendarias.

Roberto Alonso es ingeniero naval, piloto de yate y uno de los principales responsables de que la leyenda tejida en torno a Vito Dumas haya sido, por fin, desvirtuada. A partir de la edición de su libro Vito Dumas, testimonios de la leyenda, escrito junto con Ricardo Cufré, el nombre del gran navegante solitario volvió a ser pronunciado en el Río de la Plata. Primero tímidamente, luego con orgullo, en una oleada de desagravios que llegó hasta la propia Armada Argentina.
–¿Este libro fue el primer intento de reivindicar a Dumas?
–Hubo intentos de reivindicación, pero todos tuvieron móviles políticos. Es que no era fácil ir contra la raza aristocrática del yachting, y menos aún contra la Armada. Este libro fue posible en 1995. Si esto loch hubiera escrito en 1965, hoy no estaría acá.
–¿Por qué era tan importante para la Marina el “asunto Dumas”?
–Cuando Perón le otorga a Dumas el cargo de Teniente de Navío, se da cuenta de que le puede meter una agujita en la nariz a la Marina, con un mensaje que es: “para mí los héroes navales son éstos, no los que están en los escritorios. No ustedes, que no fueron a ninguna guerra. Un héroe es Dumas, quien solita su alma dio la vuelta al mundo y me lo reconocen en todas partes”. De ahí viene la historia. Yo estuve nueve años en la Marina de Guerra, y Vito Dumas era un secreto en voz baja. Los gorilas manejaron la Armada hasta… digamos que hasta hace un ratito. Y, anteponiendo sus aspiraciones políticas, se olvidaron de recuperar para la historia nacional que el primer cirunnavegador del planeta fue Dumas.
–Fuera de la Armada pasaba lo mismo…
–Es que la leyenda del mufa fue propagada desde el altar mayor del yachting, el Yacht Club Argentino. Y los que decían esto, en el 99,9 por ciento de los casos ni siquiera habían cruzado a Colonia. Quiere decir que de navegación sabían muy poco (…) En el río, la historia del mufa se acabó, ya nadie se animaría a recordarla.

Fuente: Vito Dumas, la leyenda del innombrable de Marina Garber.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *