Haití se desangra bajo el silencio internacional
La crisis social y humanitaria que vive el pueblo haitiano por estas horas es dramática: cientos de muertos en las calles de Puerto Príncipe y las principales ciudades, parálisis del transporte y la administración pública, desabastecimiento, aumento del combustible, saqueos e inflación más alta en una década. Sin embargo, la comunidad internacional y los medios masivos de comunicación parecen indiferentes ante la magnitud de una tragedia de consecuencias impredecibles. Haití se desangra y todos somos culpables por inacción. Algunos más por saqueadores imperialistas.
La historia del pueblo haitiano merece un capítulo aparte en la historia de las luchas emancipadoras de nuestro continente. Su pueblo enfrentó y derrotó a un ejército de 25 mil hombres a las órdenes de Napoleón y constituyó luego, la primera república con plenos derechos del Hombre que la Revolución Francesa les había negado. Fue gracias a esta gesta formidable que Simón Bolívar y San Martín pudieron concretar la independencia de América.
Las monarquías inglesa, española y francesa vieron en la isla caribeña un jugoso botín de guerra que expoliaron durante el siglo XVIII y XIX. Y luego en el siglo XX fue víctima de una invasión militar de Estados Unidos que colonizó el Banco Central en nombre del Citigroup. “Estados Unidos disolvió el parlamento de Haití a la fuerza, mató a miles de personas, controló sus finanzas durante más de 30 años, envió una gran parte de sus ganancias a banqueros de Nueva York y dejó a un país tan pobre que los agricultores que ayudaron a generar esa riqueza a menudo vivían con una dieta cercana al nivel de inanición” (The New York Times, el 6 de junio de 2022).
La actual crisis social y política de Haití no puede escindirse de la historia de América Latina. Es por eso que la Mesa Directiva del Parlasur emitió un comunicado “instando a los líderes latinoamericanos a exponer en la ONU y distintos ámbitos internacionales” una solución pacífica, democrática y de reconstrucción de las instituciones que no contemple la ocupación militar ni el coloniaje financiero. También, respetando el derecho de autodeterminación y articulando ayuda humanitaria urgente. La dirección de la Revista Patria Grande será la voz de las necesidades del pueblo haitiano. ¡Todos con Haití! Ahora y siempre.
Amigos de Haití