Religión y política: La blasfemia siempre sale de los traficantes de la fe, por Julio Zarza

No me jode que la religión se involucre en política. No soy partidario de la separación de la Iglesia y Estado por el hecho de que creo que la política debería incluir a todas las religiones. Me encantaría que haya más doctrina de Jesús en la política. Ahora, que un movimiento religioso o un “representante de la fe” use el nombre de Jesús o de un dios o diosa para sus atrocidades, mensajes violentos o retrógrados es otra cosa y se debe cuestionar siempre. No sería diferente a quienes en política invocan a revolucionarios sociales y prometen justicia social y a la hora de gestionar hacen cualquier otra cosa. La blasfemia siempre sale de la boca de los traficantes de fe. Los que nos criamos en la pobreza sabemos cómo convergen las religiones y lo bien que le hacen a algunas personas que buscan una estructura espiritual ya que la riqueza del pobre es la fe. No nos olvidemos que Jesús cuestionó la política, la religión, la economía, el machismo y todo berretín, eso causó que se pusieran de acuerdo la religión, el poder político y la economía para hacerlo pelota. Ojalá se juntaran para reivindicar y reparar sus pecados. Claro que ver a Rodríguez Larreta entre pastores sin ser exorcizado previamente da desconfianza.

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