José Simón García de Cossio, autor de “Cuestiones Nacionales”. Por Gustavo Battistoni

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Con su sabiduría afirmaban los antiguos romanos que los pueblos que olvidan su historia están obligados a repetirla. Y agregamos nosotros, que el olvido de nuestros pensadores más lúcidos también acarrea enormes males a los contemporáneos. ¿Quién recuerda hoy a la augusta figura de José Simón García de Cossio? Nacido el 29 de octubre de 1770, egresado como Doctor en Leyes en la prestigiosa Universidad de San Francisco Javier, en Charcas, es el autor de algunos de los documentos políticos más importantes de la primera mitad del siglo diecinueve rioplatense.

Desde joven participó en la caliginosa política del Río de la Plata, votando como participan-te del mítico Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, proponiendo la cesación del Virrey Cisneros de su cargo. Diputado a la Junta Grande, donde Corrientes fue la primera provincia en enviar un representante, lo tuvo como un activo partícipe hasta su disolución.

José Simón García de Cossio fue el autor del Estatuto Provisorio Constitucional, de la provincia de Corrientes, que entró en vigencia el 13 de noviembre de 1821, sumamente avanzado para su época. El Historiador Antonio Emilio Castello, en su Novísima Historia de Corrientes, nos dice al respecto:”Este Estatuto Constitucional… contuvo los elementos fundamentales del gobierno democrático y del régimen federal, dejando a salvo las facultades que habrían de corresponder al gobierno central cuando el país se constituyese definitivamente. Estableció la división de poderes y los derechos y garantías de los habitantes de la provincia… El gobierno municipal fue establecido conforme habían sido los Cabildos del periodo colonial y de los primeros años de la emancipación. La fuente original del poder era el pueblo cuya soberanía delegaba en el Congreso provincial y en el gobernador, siendo ambos los encargados de nombrar a los miembros del poder judicial. Los ciudadanos tenían el derecho al voto activo y pasivo, desde los veinticinco años de edad”.

Con José Gervasio Artigas tuvo el notable intelectual una relación asidua, de asesoramiento y defensa jurídica, no exenta de algunas diferencias sobre la conducción política del gran oriental de los asuntos correntinos; también asesoró a Pancho Ramírez, quien lo tenía en particular consideración. Federalista convencido y de gran formación económica, de orientación neomercantilista, adquirida en Charcas, donde enseñaba el español Victorián Villava, traductor de Antonio Genovesi, quien fue un eminente economista que también influyó sobre el pensamiento en la materia de Manuel Belgrano. Neomercantilismo, es de subrayar, que ha vuelto a la palestra con las políticas económicas de las grandes potencias que defienden a capa y espada sus mercados internos, aunque pregonan con gran hipocresía, el librecambio para los países más débiles, con sus nefastas consecuencias.

En la firme defensa del Federalismo fue donde más descolló, polemizando sobre la Organización Nacional contra el poder bonaerense encarnado, en ese momento, en Juan Manuel de Rosas. En su obra anteriormente citada, Antonio Emilio Castello, lo resume muy bien: “La única protesta contra esta actitud del gobernador porteño fue la de Ferré, quien dio un manifiesto a los pueblos de la República, redactado por el doctor José Simón García de Cossio, que circuló por todo el país con el título ‘Documentos Oficiales y Cuestiones Nacionales’. Denunciaba la acción desarrollada por Rosas contra la organización nacional; señalaba con franqueza los peligros a los que se exponían los argentinos tolerando la omnipotencia del mando personal y reiteraba la conocida posición de que la política económica de Buenos Aires estaba llevando al país a la ruina y que, para recuperar la prosperidad económica, era necesario remover los obstáculos que impidieran el desarrollo de la industria nacional, prohibir o recargar con altos gravámenes a la importación de todos los artículos similares a los que se produjeran en el país y dar impulso al comercio exterior mediante la habilitación de puertos fluviales a los barcos de ultramar”.

Cuestiones Nacionales provocó la ira de los amanuenses intelectuales porteños, que agrupados en el pasquín El Lucero, no ahorraron vituperios contra Pedro Ferré y García de Cossio. La provincia de Corrientes, de la mano de su intelecto más lúcido, recogió el guante espetando:”La América Argentina no tomó las armas ni ha combatido por la vana jactancia de verse libre de las restricciones del sistema colonial (…). ¿Se ha derramado tanta sangre y habéis arrostrado los argentinos la amargura de todos los infortunios para ser perpetuamente la común factoría del antiguo mundo?”.

Sin duda, Cuestiones Nacionales, es uno de los documentos políticos más importantes de la historia argentina. El chaqueño Roberto Zalazar, en su libro El Brigadier Ferré y el unitarismo porteño, afirma con justeza:”Constituye quizá el más importante documento escrito en esa época, sobre los problemas de nuestra organización nacional, y de la promoción integral de la Nación”.

Falleció el eminente patriota el 27 de julio de 1840, en la ciudad de Corrientes. Los norteamericanos basan gran parte de su ideario ideológico en esa brillante recopilación que es El Federalista. Recopilar el pensamiento de nuestros federalistas, estudiar su pensamiento y aplicarlo con decisión, es una tarea esencial para salir del atolladero en que nos encontramos los argentinos de buena fe.

El Correo de Firmat

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