Los increibles y panfletos, cartas y documentación antiperonista de 1955. Por Aldo Duzdevich

Los grupos católicos utilizaron la herramienta del panfleto para atacar al gobierno peronista. En esta nota “duelo entre señoras gordas” y  el “peronismo comunista” .

En mi nota anterior mencioné el libro de Felix Lafiandra (h) “Los panfletos- Su aporte a la Revolución Libertadora” . Se trata de una completa recopilación de 200 panfletos redactados y distribuidos por activistas antiperonistas que insumen 530 paginas. Es una muy buena fuente informativa, allí hay desde reproducción de comunicados, notas con firma, denuncias, y lo que hoy llamamos fake news (noticias falsas) de distinto tipo.

Veamos algunos de esos panfletos.

Duelo entre señoras gordas de Barrio Norte

Para no violar los códigos actuales de corrección política diré que el adjetivo “gordas” no esta usado en relación al cuerpo, sino en referencia a su condición social y política en los años 50. Así como los peronistas eran descamisados o cabecitas negras, aunque muchos fueran rubios y de traje.

Los panfletos eran casi los Facebook o cadenas de WhatsApp de hoy. Y servían para ventilar todo tipo de cuestiones, entre ellas, algunas “traiciones de clase” como sería el caso que paso a reproducir.

El duelo epistolar se produce entre Doña Eugenia Silveyra de Oyuela y Doña Angela González Alzaga. Eugenia Silveyra de Oyuela, fue una mujer perteneciente a la elite económica, de militancia católica puritana al extremo , militante del partido radical; convencional constituyente por la UCR 1957.

Doña Ángela González Álzaga, (acompaño foto) era hija de César González Guerrico y de Angela María del Rosario de Alzaga Unzue. Casada en primeras nupcias con Carlos Ledesma Molina Crisol, posteriormente, contrajo matrimonio con el productor cinematografico Juan Miguel Parret, La familia era propietaria de la celebre Villa Alzaga Unzue de la Av. Colon en Mar del Plata. Y de la colosal estancia San Jacinto en la zona de Rojas. La San Jacinto fue heredada por los siete hijos de Ángela María González Alzaga de Parret, seis mujeres (Ángeles, Lucía, María, María Inés, Teresa y Amalia) y el varón Carlos José; a cada uno de ellos le tocaron mil hectáreas. Bueno, esta claro que Doña Angela no era ni pobre, ni peronista… Ah! Parret era amigo y socio de Daniel Tinaire esposo de Mirtha Legrand. Así que quien debe conocer muy de cerca esta historia, es nuestra “reina madre”, quien si tuvo adhesión publica al peronismo en los años 50, (pero bueno, ya se olvidó).

Parece ser que Doña Angela González Alzaga, aprovechando la nueva legislación divorcista del peronismo, le dio el olivo a su esposo Don Carlos Ledesma Molina Crisol y se casó con el francés Parret. Sus cuatro niñas eran alumnas del Colegio Asunción, pero, cuando las fue a inscribir no se las aceptaron por ser hijas de padres separados y vueltos a casar. Doña Angela protestó públicamente, se armó escándalo y el colegio fue clausurado.

Hay dos secuencias de panfletos, una con el relato de la clausura del colegio “culpa” de Doña Angela y luego una larga carta de reproches (no exenta de veneno) que le hace su ex-amiga, la puritanisima Doña Eugenia Silveyra de Oyuela.

“Clausura del Colegio de la Asunción”

“A fines de febrero ppdo., la prensa dirigida, informó con grandes titulares comentarios venenosos acerca de la protesta de la señora Angela González Alzaga de Parret, por el hecho de que el Colegio de la Asunción de la Capital Federal se había negado a seguir teniendo a sus hijas debido a la situación de ella (divorciada y vuelta a casar). Esto sirvió de pretexto al ministro de Educación para resolver el l9 de marzo (con rapidez muy distinta a la morosidad que es habitual en ese Ministerio) la clausura definitiva de los dos colegios de la misma Congregación.”

El 25 de febrero Eugenia Silveyra de Oyuela hizo una carta publica a Doña Angela, que creo es una pieza literaria del mejor puritanismo y veneno antiperonista de la epoca. Lean porque no tiene desperdicio. Voy a incluir algunos comentarios en el texto fuera de las comillas.

Carta a Doña Angela Gonzalez Alzaga de Parret

“Buenos Aires, febrero 25 de 1955.”

“Sra. Doña Angela González Alzaga de Parret. s/c.”

“Señora”

“Sentimientos y recuerdos que nos son comunes – fui condiscípula de su piadosa madre, lo ha sido de usted una hija mía, y todas hijas de María del Sagrado Corazón – me mueven a dar una respuesta a la carta suya a la Superiora Juana Andrea, aparecido en los diarios peronistas de ayer. No en ánimo de proselitismo o de pelea, sino para llevar un poco de orden y paz a su espíritu agitado.”

“Las Religiosas de la Asunción, traídas por el inolvidable P. Román Heitman A. A. como un precioso regalo para nuestra sociedad porteña, no han cometido ningún acto de venganza o represalia contra Ud. o sus hijas. Por el contrario, han hecho un gran bien a todas, pues obligadas sus hijas por usted misma, a formarse católicamente en ese Colegio, forzosamente tendrían que escuchar de labios de maestras y capellanes que la Iglesia considera puro concubinato al matrimonio civil. Y que esta situación se complica con graves y reiterados pecados de escándalo y adulterio, para quienes, como en su caso, hubieren antes recibido el Sacramento del matrimonio con diferente persona.”

Doña Eugenia arranca “suave”, tratándola a Doña Angeles de cometer “graves y reiterados pecados de escándalo y adulterio”.

“Dada esta situación inevitable, provocada por Ud., las niñas se convertirían en jueces de su propia madre, abocadas al difícil problema de elegir entre la rectificación o justificación que usted tendría que efectuar en desmedro de sus maestras, o la severa reprobación de la madre, emanada de las enseñanzas de la Iglesia e impartida por esas maestras, a la vez dadas por la madre. En ambos casos sufriría irreparablemente la formación de las infantiles conciencias, perdidas entre la oposición de dos criterios sin poder establecer el bien o el mal y extendiendo su perturbación y confusión a las demás educandas. Todos los pedagogos exigen respeto para el que enseña y unidad de dirección en la educación. Eso es elemental.”

O sea, una madre “pecadora y adultera” sería un mal ejemplo para “la formación de las infantiles conciencias”, no solo de sus hijas, sino para las “demás educandas”.

“Debo manifestarle, señora, que, al no aceptar la ley de divorcio para nuestras vidas privadas o luchas políticas, los católicos apostólicos romanos no hacemos sino cumplir con la ley de Dios y de la Iglesia, cuyo mandato obliga sobre la potestad civil: “Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres”, dice S. Pedro (H. V., 20).”

“Las Religiosas tan solo han demostrado ser piadosas, firmemente apoyadas en su fe. En esa fe de los mártires de ayer y de hoy que afronta todo riesgo material por la virtud del apostolado, y que llevó a su augusta tía a merecer una distinción honorífica del S. Pontífice. Y es de creer, señora, que si no tomaron esa medida hace dos años, fue porque su posición, ilegal para la Iglesia y nuestro país podía ser transitoria, y así, en la esperanza de una feliz rectificación en cualquier momento. “Pero hoy la ley de divorcio, da carácter definitivo a su situación, y es justo que, al agravarse las circunstancias, las Religiosas deban rever sus resoluciones adecuándolas a la gravedad del momento.”

O sea que ya hacia dos años, que Doña Angela era considerada “pecadora y adultera”, y las niñas concurrían al colegio igual. Ademas tenía una “augusta tía” condecorada por el Papa. Tal vez la soportaron dos años (por lo que va a decir al final) por la generosidad de Doña Angela en sus aportes monetarios a la congregación .

“No las culpe ni las persiga. Son vírgenes que han dado su vida en renunciamiento del mundo, para mejor servir a la la Iglesia y nuestro país, causa de Cristo. Pertenecen a Cristo, y quien las persigue, persigue a Cristo, como El mismo lo dijo a Saulo, perseguidor de cristianos: “Soy Jesús a quien tú persigues; dura cosa es para tí dar coces contra el aguijón” (H. IX, 5).”

No ahorró calificativos en defensa de las monjitas. Pero, aquí viene el verdugueo final, destilando todo el odio de clase y desprecio por el peronismo.

“Y para terminar, señora, ya que ha sido favorecida por la legislación peronista, es justo que usted abandone las escuelas aristocráticas, inscribiendo sus niñas en los colegios del Estado.”

O sea, manda a las distinguidas niñas Gonzales Alzaga, a “caer en la escuela publica”, como diría un conocido filosofo contemporáneo.

“Allí, las consejeras espirituales laicas, forjarán mejor sus conciencias para la nueva Argentina, y al mezclarse democráticamente con los hijos de los obreros, encontrarán en la UES , las expansiones naturales de su sexo y edad.”

Acá necesito un psicólogo que interprete a Doña Eugenia. ”Mezclarse democráticamente con los hijos de los obreros” , genera en las jóvenes adolescentes “las expansiones naturales de su sexo y edad.” ¿? . Es fuerte esa frase. ¿No será una proyección de las sensaciones perturbadoras y reprimidas que Doña Eugenia sentía, cuando le tocaba pasar frente a un grupo de obreros de la construcción.?

Y aquí viene el final a toda orquesta, deseándole que alguna de sus hijas siga la “trayectoria de Eva Perón”. Obviamente, todos sospechamos, que pensaba Doña Eugenia de la moral de Evita, pero, como lo engolado de la carta no daba para la palabra puta, puso “trayectoria de la vida”.

“Favorezca usted con su fortuna, antes que a Comunidades Religiosas, como su augusta tía, a la Fundación y Unidades Básicas. Quizás alguna de sus hijas, actuando en ellas, siga la trayectoria de la vida de Eva Perón, llegando como ella a la cumbre del poder.”

“De Ud. atte. en Cristo.”

Eugenia Silveyra de Oyuela

“El peronismo, vehículo del autentico comunismo soviético en la Argentina”

Aunque desde 1945 las acusaciones contra Perón fueron de nazi-fascista, antisemita y anticomunista. En 1955 los panfleteros de la Acción Católica, no tuvieron prurito de colgarle el sayo de pro-comunista. Veamos partes del panfleto titulado “El peronismo, vehículo del autentico comunismo soviético en la Argentina”

“A muchos ha sorprendido la persecución religiosa desatada por Perón y los suyos. Tan inusitada ha parecido a quienes creyeron las reiteradas manifestaciones de palabra y de hecho que en favor de la Iglesia hiciera el Presidente, que es necesario encontrarte una explicación en la conexión de los acontecimientos que se sucedieron desde su ascensión al poder.”

“Esta explicación pueden proporcionarla los que siguen atentamente los sucesos políticos de la Argentina desde adentro y de afuera del país y que preveían como ineludible este paso del gobierno, etapa de la entronización del comunismo en nuestra Patria. (…) Es éste el planteo general mantenido por el periódico “Clase Obrera”, órgano del “Movimiento Obrero Comunista” que dirige Rodolfo Puigrós.”

“En los órganos gubernativos la penetración comunista tiene los siguientes instrumentos:”

“a) Grupo Puigrós en la Secretaría de Asuntos Políticos del Almirante Tesaire. El hombre importante es el subsecretario de Asuntos Políticos Cnel. Martín Martínez, que viene apoyando a ese grupo desde 1950. Lo integran comunistas stalinistas anticodovillistas : Eduardo B. Astesano, Antonio Beniselli, Reinaldo Frigerio, Plácido García, Reinaldo Baldini, Próspero Malvestitti, Guido Agnellini, Jacinto R. Yaguas, Pedro A. Valla. Carlos Leardi, Victorio Velavita, Osvaldo Camozzi, Guillermo Cice, Juan M. Vigo, Alberto Sánchez, etc..”

“b) Grupo Jesualdista de Mendé. Este grupo recibe su nombre de Jesualdo Sosa quien fundó la escuela o idioma de Jesualdo en la República Oriental del Uruguay. Esta escuela es masónica y comunista y está extendida en el Uruguay y Argentina. El Jesualdismo es un comunismo sentimental “espiritualista”, “místico”, y de una factura literaria semejante a la Razón de mi vida.

De este comunismo participan el ministro Raúl H. Mendé, Jorge Newton, Lorenzo García, Sánchez Rizza, César Tiempo, Elias Castelnuovo e Isaac Liebenson. César Tiempo, cuyo nombre verdadero es Israel Zeitlin.”

c) “Grupo Judío Comunista de Borlenghi. Nos hemos cansado de escuchar la cantinela de que Perón protegió a genocidas nazis que buscaron refugio en Argentina. Pero, no es tan conocida la acusación – ¿inversa seria? – de que Perón promovió el ingreso al país de miles de judíos comunistas.

Dicen los imaginativos redactores del panfleto: “ Este grupo recibe el apoyo de OIA y DAIA., las más importantes organizaciones judías de la Argentina. Son integrantes entre otros, Krislavin, Diskin, Apold, etc.”

“Angel Borlenghi. Ministro del Interior y Justicia, Secretario General de la Confederación de Empleados de Comercio. Tiene como Ministro, el Consejo de Seguridad Nacional que agrupa a todas las policías del país. Tiene a sus órdenes como Ministro, la Prefectura Nacional Marítima, Gendarmería Nacional, Policía Federal y los organismos policiales de los Territorios Nacionales.”

“También es de su vinculación el peligroso masón, judío y comunista Pablo Manguel, actualmente embajador en el Estado de Israel, y elegido recientemente Diputado Nacional por el peronismo. Es responsable del otorgamiento de gran cantidad de pasaportes falsificados para entrar en la Argentina de comunistas activistas, hecho conocido por el Presidente Perón.”

“Muchos miles de comunistas activistas enviados por Moscú, con pasaportes falsos “expedidos desde una oficina de París, donde se falsifican documentos de todo el mundo, judíos en su mayoría, llegaron al país; con motivo de la intervención de Santiago Peralta y del General Velazco, se detuvieron los barcos en el puerto. Allí se puso en evidencia Borlenghi por sus gestiones simultáneas con la colectividad judía.”

“Estos inmigrantes que pueden calcularse en unos 10.000 entraron al país sin ser molestados más y se desparramaron por todas partes; esta circunstancia es perfectamente conocida y documentada por los organismos oficiales, especialmente los militares, y de pleno conocimiento y consentimiento de Perón.”

Como vimos los panfletistas católicos, tomaron esta apertura del peronismo hacia las corrientes migratorias de religión judía, como una conspiración para llenar de comunistas el país.Según distintas fuentes, durante el gobierno peronista de 1946 a 1955 ingresaron al país 45.000 inmigrantes de religión judía, cuyos descendientes, hoy viven entre nosotros.

El historiador Raan Rein de la Universidad de Tel Aviv dice respecto el Ministro Angel Borlenghi: “Hasta ese momento, ningún argentino-judío había ocupado un puesto gubernamental de tal envergadura. Era un reflejo de las políticas peronistas que permitían que diversos grupos étnicos, incluyendo argentinos de ascendencia judía y árabe, tuvieran una amplia participación civil. Borlenghi, se convirtió en un vínculo importante entre la comunidad judía y el gobierno”

(*) El columnista es autor de Salvados por Francisco y La Lealtad-Los montoneros que se quedaron con Peron

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