Mucho ruido y pocas nueces en Argentina. Por Alberto Lettieri

Los resultados de las PASO realizadas este domingo pueden sorprender a algunos, pero en realidad confirman muchas de las suposiciones preexistentes. No hay que guiarse por el triunfalismo de Javier Milei. La moneda sigue estando en el aire.

El interrogante del millón consistía en el comportamiento que una sociedad que censura y no siente empatía de la clase política en su conjunto adoptaría ante los comicios. ¿Se expresaría a través del abstencionismo o de un voto crítico en contra de la “casta”? Y, si bien el nivel de inasistencia fue el más alto en una PASO presidencial, con alrededor de un 31%, ese mismo porcentaje fue el que obtuvo el candidato más votado, Javier Milei. Con un dato que no puede obviarse: entre las elecciones de 2019 y la actual JxC perdió alrededor de 10 puntos y UxP, 20. La sumatoria de estas dos cifras componen el caudal de votantes que, decepcionados los últimos dos gobiernos, decidieron buscar una nueva opción. Se votó con memoria. “Vox populi est Vox Dei”.

Los números crudos consagran a Javier Milei como el gran vencedor, superando ampliamente sus propias expectativas. Entusiasmado al extremo, el candidato liberal afirmó que con estas PASO significaban “El fin de la casta”. Y fue aún más allá, asegurando que «estamos en condiciones de sacar a la casta en primera vuelta»

Milei detalló, además, que su espacio se había impuesto en 17 de 24 provincias y que su candidata a gobernadora bonaerense, Carolina Píparo, fue la segunda más votada en el principal distrito electoral de la Argentina. Si estos números se repitieran en el mes de octubre, La Libertad Avanza obtendría 8 senadores y 35 diputados nacionales, enfatizó. Ciertamente, los guarismos sorprenden.

Las coaliciones mayoritarias, como contrapartida, hicieron una elección muy por debajo de sus expectativas. La derrota de Horacio Rodríguez Larreta a manos de Patricia Bullrich es el emergente de una estrategia fallida aplicada a la disputa interna, pero el resultado general de 28,04% entre ambos generó indisimulable preocupación. Los escenarios compartidos entre Jorge Macri, vencedor por 1,5 puntos en la disputa por la candidatura de la coalición en la CABA, con Martín Lousteau, y de Bullrich con el alcalde porteño, demostraron una frialdad que invita a dudar sobre la capacidad que tendrá su JxC para conservar la totalidad de los votos de hoy en las elecciones generales. Ni qué hablar de la Provincia de Buenos Aires, donde Diego Santilli pagó el costo de acompañar al precandidato presidencial derrotado, lista sábana de por medio.

Paradojas de la política, Néstor Grindetti hizo una excelente elección colgado de la falda de Patricia Bullrich, pero perdió en su distrito de Lanús. Un distrito históricamente que no le perdona las condiciones de inseguridad a que lo sometió y que terminaron en el asesinato de Morena, la semana pasada.

Tal como lo expresó Leandro Santoro en el acto respectivo, ahora está muy en claro el panorama. Será Jorge Macri contra él y quienes lo rodean. Su elección se cuenta entre las mejores que UxP -a través de diversas denominaciones- hizo en la CABA. Su desafío consiste en fortalecerse como opositor y tratar de arrastrar los votos moderados y progresistas que podrían caérsele al primo del ex presidente, y a los indecisos que guardan pésimo recuerdo de las gestiones del macrismo. Seguramente Lousteau y Yacobitti terminen cerrando con el vencedor. ¿Harán lo mismo sus votantes radicales?

En lo referido a la elección nacional, del lado de UxP los números de Sergio Massa estuvieron por debajo de los esperados, en tanto Juan Grabois hizo una muy buena elección. A punto tal que, casi sin presupuesto, sacó prácticamente la mitad de los votos que Rodríguez Larreta, con la caja inagotable de la CABA a su disposición. Pero el acto respectivo expresó una armonía y una calidez que JxC debe haber envidiado. Con Grabois asegurando su apoyo al vencedor en la interna, y un Axel exultante al haber conseguido ser el candidato más votado y el espacio electoral vencedor.

Otros dos actores tuvieron protagonismo, uno exhibiéndose en público, y otra dejando latente la presencia de su ausencia. En la puesta en escena postelectoral, Mauricio Macri reafirmó su liderazgo sobre JxC y así fue reconocido explícitamente por Bullrich y tácitamente por Rodríguez Larreta, arrancado la mayor ovación de la noche. Si bien la ex Ministra podría estar muy satisfecha con su victoria, los números obtenidos no dejan mucho para celebrar. Con dos precandidatos débiles, la figura del patrón de estancia recuperó su protagonismo.

Cristina, por su parte, fue destacada en el reconocimiento de Grabois, al tiempo que se confirmó su advertencia sobre un escenario electoral de tres tercios. Pero, a diferencia de lo sucedido con JxC, su precandidato de unidad fue el segundo más votado, a pesar de que la coalición en conjunto quedara tercera, a poco más de un punto de su tradicional antagonista, y a tres de Milei. En la práctica, un empate técnico entre los tres espacios, más allá de los fuegos artificiales que encendieron los principales medios de comunicación.

Con una habilidad política que parece haber comenzado a adquirir después de su derrota electoral de 2021, Mauricio Macri intentó cocinar a Milei en agua tibia, elogiándolo sin nombrarlo. Pero el libertario no se tentó con la zanahoria, y disparó toda su artillería, explícitamente contra UxP, tácitamente contra JxC.

¿Qué nos espera a partir de ahora? ¿Conseguirá Milei conservar a sus electores, y Patricia a los de Rodríguez Larreta? ¿Cómo los afectará a ambos la obligación de presentarse a un debate electoral, con sus propuestas insostenibles y la alienación que ambos expresan? ¿Podrán sumar votos al quedar sobreexpuestos, o habrán alcanzado su techo en las PASO?

Del lado de UxP también los interrogantes son varios. Al jugar simultáneamente los roles de Ministro de Economía y de candidato presidencial, también Sergio Massa se encuentra en situación incómoda. ¿Cómo reaccionarán los mercados ante una elección que dista de lo esperado? ¿Impulsarán una corrida financiera? También resta saber qué hará el FMI: ¿liberará los fondos inicialmente acordados, o tratará de ahogar financieramente al gobierno para tratar de liquidar sus chances electorales?

El interrogante de fondo, en este caso, es si UxP pondrá toda la carne al asador, aplicándose a hacer campaña y a gobernar para incrementar sus sufragios, en lugar de sostener que “la campaña es la gestión”, tal como lo hizo hasta ahora “Vamos a luchar para ser gobierno en octubre”, aseguró Sergio Massa. Tanto sus votantes, como muchos de los decepcionados que votaron a Milei, seguirán con atención la confirmación de esta afirmación.

A no engañarse. La moneda sigue estando en el aire. Pero ahora con un diagnóstico mucho más claro que el que nos proveían las siempre engañosas encuestas. Tres tercios con apenas tres puntos de diferencia entre ellos. Los próximos dos meses serán vertiginosos. Aún más de lo que estamos acostumbrados a afrontar los y las argentines.

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