El Padre Mugica siguirá vigente hasta día que termine la pobreza en la Argentina
A las 8 de la noche del sábado 11 de mayo de 1974, el padre Carlos Mugica fue emboscado en Villa Luro, cuando se disponía a subir a su auto Renault 4. Acababa de dar misa en la iglesia de San Francisco Solano. Lo acompañaba su amigo Ricardo Capelli. Un grupo de hombres los atacó a balazos. Mugica fue acribillado: recibió 14 impactos. Capelli fue herido de cuatro balazos. Los llevaron al Hospital Salaberry, en Mataderos, donde fueron operados. Mugica no se repuso de sus heridas y murió esa misma noche.
Años más tarde, Capelli reconoció a Rodolfo Almirón, jefe de la custodia de López Rega, como integrante de la patota que los baleó. A fines de 2006, en el marco de la investigación por los crímenes de la Triple A, el juez federal Norberto Oyarbide, pidió a España la extradición de Almirón y declaró de lesa humanidad, por tanto imprescriptibles, los delitos de esa organización armada. Almirón murió detenido en 2009.
Los habitantes de la Villa 31 tienen siempre presente al padre Mugica. Los restos del sacerdote descansan en la parroquia Cristo Obrero que él fundó en ese barrio de Retiro.