Descendientes armenios en Argentina pretenden ocupar territorio haitiano en nuestro país para provocar a Turquía
Por Víctor Ramos*
Aunque parezca insólito es así. Un pequeño grupo de descendientes armenios en la Argentina presentaron un proyecto en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para cambiar el nombre de la plaza “Alexandre Petión” por el de “24 de abril” día que recuerdan el genocidio armenio de 1923 del que responsabilizan al estado turco.
La ignorancia de los residentes armenios llega al punto de desconocer al gran héroe latinoamericano Alexandre Petión. El propio Simón Bolívar se refirió a él como el “Padre de la emancipación Americana”. Fue Petión quien proveyó armas, hombres, pertrechos y ayuda de todo tipo al ejército americano que se encontraba derrotado ante el imperialismo español. Esta actitud haitiana cambió el rumbo de la guerra llegando nuestros Libertadores a lograr la independencia. Petión solo puso una condición a Bolívar: que declarase la abolición de la esclavitud en América. Y así fue; Bolívar decreta la abolición de la esclavitud y triunfa ampliamente. Ese fue Alexandre Petión.
Se eligió -no inocentemente- la plaza del héroe latinoamericano porque la misma se encuentra en la avenida Figueroa Alcorta y Ocampo, exactamente frente a la embajada de la República de Turquía.
Este proyecto es una provocación para la República de Turquía, a la de Haití y a todos los países latinoamericanos. El odio de este pequeño grupo desaforado de residentes o descendientes armenios no se detiene ante la educación y el respeto. La plaza “Alexandre Petión” se encuentra frente a la Embajada de Haití. Y fue instalado allí su monumento con la presencia del presidente haitiano René Preval y los ex presidentes argentinos Fernando De la Rúa y Carlos Saúl Menem.
Lo insólito sería que el caso inverso, frente a la embajada armenia en Recoleta se impusiera un monumento a las víctimas turcas de un enfrentamiento con Armenia. Nada sería más provocador. La iniciativa es una propuesta irresponsable. Para provocar al pueblo turco, se insulta al de Latinoamérica.
Otro ejemplo: sería lo mismo que ante la embajada argentina en Armenia se denomine a la plaza de enfrente: “14 de junio” en homenaje al día en que Inglaterra ocupó las islas Malvinas. O que levanten en ese lugar un monumento a Margaret Thatcher.
¿Qué sentido tiene generar una agresión en la cara de la embajada turca, lastimando al compatriota haitiano, Padre de la Independencia Americana?
El hiperactivismo político armenio en Argentina nos lleva a preguntarnos qué intereses lo motivan. No es nuestra intención inmiscuirnos en conflictos asiáticos y mucho menos ofender al pueblo armenio, ni al turco. Pero vemos con malestar que traigan al cono sur –el fin del mundo para ellos- conflictos asiáticos donde nos involucran irrespetuosamente.
Las continuas donaciones que realiza el loby armenio seguramente ha cumplido su propósito.
Pero como argentinos y latinoamericanos nos negamos rotundamente a semejante propuesta que ofende a Turquía, Haití, Argentina y a todo el continente.
*Víctor Ramos es Presidente del Club Amigos de Haití