Guillermo Michel jaquea a la oligarquía contrabandista

La primera trinchera contra la corrupción y por la independencia económica de nuestro país no es otra que la Aduana. En la insondable aduana argentina -que no es otro que el mayor nido de delincuentes de toda especie- su Director Nacional Guillermo Michel intenta revertir la historia nefasta. No solo con mayores controles, sino con inteligencia y vocación patriótica viene defendiendo el interés nacional. El entrerriano Michel pareciera haber heredado la tradición federal artiguista. Como provinciano conoce por procedencia los orígenes del centralismo porteño y la corrupción de la Aduana de Buenos Aires desde antes de su nacionalización en 1880.


Los distintos operativos que viene realizando desde su asunción al cargo el 1 de julio del corriente año nos deja pensando que se trata de una gran oportunidad para el país. La experiencia de Guillermo Michel en la administración pública y las medidas que viene tomando día a día nos indica que no es ningún improvisado y sabe lo que quiere. Y conoce a las mafias a las que se enfrenta.

En los últimos meses nuestro país consiguió a través de convenios ya vigentes datos sobre más de 600.000 cuentas de argentinos alrededor del mundo por un valor aproximado de 52 mil millones de dólares. Se trata de información que AFIP recibe anualmente por la vía de distintos acuerdos de intercambio con países vecinos y de Europa.

Pero Estados Unidos es la plaza preferida por los evasores argentinos donde esconden sus dólares no declarados ante el fisco argentino.
Tengamos claro, quienes fugan dólares al extranjero son delincuentes contrabandistas al igual que los piratas ingleses. La cultura porteña no considera al contrabando un delito.
Recordemos al juez Julio Cruciani cuando escribió un artículo en el diario Ámbito Financiero titulado, El contrabando: un delito patriótico. Defensor consecuente de las ideas liberales, este juez de la nación, sostenía que las aduanas interferían en la libertad de traer o llevar mercancías. Tal es así, que quien burla a la aduana lo festeja entre amigos como si se tratara de una travesura bien vista.

Sobre el mecanismo de contrabando de divisas -Michel explicó- que algunas empresas exportadoras presentan valores inferiores a los del mercado con el único objetivo de fugar dólares lejos del país y no liquidarlos a través del mercado único libre de cambios.
“La Aduana se encuentra controlando la sobrefacturación de importaciones y a la otra cara de la moneda, que tiene que ver con la subfacturación de exportaciones” afirmó Michel a la prensa.

“Estamos trabajando sobre todo lo que tiene que ver con la subfacturación de importaciones. Esto tiene un objetivo muy sencillo por parte de aquellos operadores del comercio exterior que trabajan de manera irregular, que es no liquidar las divisas en nuestro país, y utilizarlas en el exterior y traerlas por otros mecanismos ilegales”, sintetizó Guillermo Michel como línea principal de acción.

Esta tarea la enmarcó “en una instrucción del ministro de Economía Sergio Massa, que es clara: cuidar los dólares para la producción y el trabajo, y no para la timba financiera. Nuestro objetivo es asegurar igualdad de condiciones a los exportadores genuinos y a los productores agrícolas que invierten en el país y pagan sus impuestos, evitando que el esfuerzo legítimo del campo quede en una ganancia financiera de especuladores. Los dólares los tenemos que cuidar para la industria nacional y la generación de empleo”, sostuvo Michel.

El Director Nacional de la Aduana indicó que “el concepto de paraíso fiscal no existe más porque desde la crisis de Lehman Bros se abrió la información fiscal para todo el mundo”. El titular de Aduanas explicó que a la fecha “ hay 68 casos de información de argentinos que tienen cuentas en los Estados Unidos correspondientes a personas físicas que pueden tener irregularidades o que simplemente se trata de diferencias de saldos declarados”. Michel detalló que “la Argentina recibió de la OCDE cuentas de argentinos por todo el mundo por unos 4.000 millones de dólares”.

Bien sabemos que la gran mayoría de los Directores de la Aduana terminaron mal. Algunos condenados y presos por complicidad con los contrabandistas, como Mario Braun y Juan Carlos del Conte en los tiempos de Videla y Alfonsín, otros por honestos fueron desplazados casi de inmediato o los crímenes que no están ausentes ante las investigaciones contra la corrupción como el caso del subcomisario Jorge Omar Gutiérrez durante la presidencia de Carlos Menem.

Michel dijo que “salvo con los Estados Unidos, la Argentina tiene intercambio de información con la mayoría de los países. Con los Estados Unidos lo que teníamos era un intercambio de información caso por caso. Lo que se firmó ahora es un intercambio masivo. A partir del 1° de enero de 2023 vamos a recibir toda la información, es decir, todos los argentinos que tengan rentas, intereses que se generaron en los Estados Unidos van a ser informados a la AFIP”, detalló.

La Aduana está trabajando sobre las empresas exportadoras de granos que no liquidaron los dólares. Ya fueron suspendidas varias de ellas del registro de exportadores y no podrán seguir operando. Se hace necesario diferenciar a los productores exportadores de los evasores.

“La maniobra irregular está fuertemente concentrada en los 10 primeros exportadores suspendidos que concentran más del 77% de las divisas sin liquidar”, indicó la Aduana en un comunicado, en el que también precisó que “el paso siguiente es investigar la capacidad económica de cada una de las empresas y denunciarlas por la no liquidación de divisas y, si corresponde, por lavado de activos notificando de esto a la UIF (Unidad de Información Financiera)”.

De acuerdo a fuentes oficiales, la última “oleada” de información fiscal de contribuyentes argentinos con domicilio en otros países tiene como fecha de corte septiembre de 2021 y fue recibido a lo largo de los últimos meses. Se trata de 608.436 cuentas bancarias registradas en 96 jurisdicciones. Equivaldría a U$D 52.380 millones, una cifra que excede la deuda total que el Estado argentino acumula con el Fondo Monetario Internacional.

En ese sentido el administrador federal Carlos Castagneto dijo: “Para nosotros no hay sábados ni domingos: queremos una AFIP que trabaje en todos lados, con el esfuerzo conjunto de sus tres direcciones generales y el Ministerio de Economía. Se terminó el momento de los vivos”.

En los tiempos de virreinato español el contrabando no difería del actual. Desde lo alto de la Plaza Lezama en La Boca los comerciantes porteños, muñidos de faroles, marcaban la ruta de los barcos y botes ingleses para eludir los impuestos de la Aduana. Se los conoció como “la pandilla del barranco”. Bajaban todo tipo de mercadería que liquidaba la producción nacional proveniente de las provincias. La Ciudad de Buenos Aires era tan improductiva como rica, siempre de espaldas al país, con la mirada puesta en Londres, París, Washington, Moscú o Beijín de acuerdo a los tiempos. Esa alianza de comerciantes porteños y contrabandistas agro-exportadores se constituyó en lo que conocemos como la oligarquía argentina.

La firma del tratado en cuestión fue realizada en Washington por el ministro de economía, Sergio Massa, flanqueado por las banderas norteamericana y argentina, mereció la burla del staf de Todo Noticias TN, al tiempo que vaticinaban el fracaso de la medida y brindaba el micrófono al diputado José Espert para que maldijera el convenio de transparencia porque “ponía en peligro la “libertad”. La libertad para el contrabando, como diría el juez Cruciani.

Hay cierto nivel de precisión en la información sobre cuentas y montos totales de los argentinos se encuentran fuera del país. En una entrevista reciente, Michel estimó que “podrían ser unos 338.000 millones de dólares de argentinos en el exterior, de acuerdo con proyecciones del Indec y de acuerdo con información recibida desde los Estados Unidos se estima que en ese país hay unos 85.000 millones de dólares de argentinos”. Un cálculo preliminar hablaba de que el acuerdo con los Estados Unidos podría reportar una recaudación adicional de Ganancias y Bienes Personales equivalente a unos USD 1.000 millones anuales.

Según se prevé, la mayoría de las características técnicas del acuerdo con los Estados Unidos serán muy similares a los convenios que tienen otros países como Brasil y México.

El sistema de intercambio de información convivirá con el proyecto de ley de blanqueo que enviará el Poder Ejecutivo al Congreso para su discusión en forma inmediata, pero la puesta en marcha del primero no está atado al trámite parlamentario de este último. Si será esa exteriorización una fuente, una base de datos adicional. Eso sucede porque el sinceramiento fiscal de 2017 incluía una cláusula por la cual existía un margen de 1% de patrimonio no declarado como “dispensa”. Si AFIP tuviera información de que un contribuyente tenía sin declarar activos por una proporción mayor, todo su trámite de blanqueo se caería.

Los Estados Unidos se encuentran en una lucha denodada por el recupero de los millones de dólares producto del narcotráfico, del cual sus jóvenes son los principales clientes y víctimas. Las acciones contra el lavado de activos ilegales exigen transparencia financiera y socios en todos los países posibles. Es por ello que no les importa exponer las cuentas en dólares de los extranjeros en sus bancos a cambio de reciprocidad. Buen negocio para ambos estados.

Complementariamente Michel se encuentra monitoreando una serie de “allanamientos en zonas francas” y señaló que desde su asunción al frente de la Aduana ya se llevan denunciadas 715 operaciones de sobrefacturación por un total de U$S 633 millones.
El funcionario puntualizó la importancia de las tareas de control y fiscalización, y señaló que se detectaron casos de triangulación “que exceden lo doctrinario y ya son estafas burdas”.

También se refirió al trascendente acuerdo y dio detalles de cómo se llevarán a cabo los procesos de acceso a la información “con EEUU teníamos un acuerdo bilateral, pero caso a caso. Es decir, la AFIP tenía que pedir puntualmente que datos necesitaba. Lo que firmó Massa es un intercambio masivo”.

En ese sentido el ministro de Economía, Sergio Massa, quien estuvo presente en varios operativos con Michel, aseguró que “el objetivo central es proteger a la industria nacional y cuidar los dólares de las reservas. Estados Unidos no será más guarida de argentinos que quieran evadir impuestos. Esto es histórico.”

De la misma manera que en los años ’90 un solitario trabajador de la Dirección Nacional de Aduana, el soldado conscripto excombatiente de Malvinas, Marcelo Paolini, desarticuló con su valiente denuncia a la mafia de la llamada “Aduana Paralela”, ahora le toca el turno al joven Guillermo Michel terminar con los contrabandistas y sanguijuelas del trabajo nacional que operan desde los tiempos del virreinato del Río de la Plata.

Finalmente podemos concluir que la Argentina no necesita de financiamiento de capitales extranjeros, nos conformamos con que no se robe el ahorro del pueblo argentino.

Por Víctor Ramos

Fuentes: Infobae, Telam, Clarín, La Nación, Revista Patria Grande.

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