El intendente de Bariloche quiere esconder el monumento al general Roca
En su insólita decisión, Gennuso olvida que detenta el cargo de intendente argentino de Bariloche gracias al prócer que quiere barrer abajo de la alfombra.
Remitente: Sergio Eduardo Capozzi
Destinatario: Ing. Gustavo Gennuso, Intendente de San Carlos de Bariloche.
Me dirijo a Ud en mi doble condición de vecino de San Carlos de Bariloche y de argentino. Recientemente he leído la nota que fuera publicada por el diario El Cordillerano bajo el título “Ni los pañuelos ni el General Roca en la plaza central del Centro Cívico.” (24.7.2023)
Varios de sus conceptos me han llamado poderosamente la atención, en especial cuando afirmó que “ El tercer cambio es retirar la estatua de General Roca y reubicarlo dentro del conjunto arquitectónico que va a formar parte de la línea histórica de la plaza”, agregando que “Ese es uno de los condicionamientos que nos piden desde la Comisión Nacional de Monumentos”, para agregar que “Tenemos que pensarnos como sociedad sobre los puntos que nos dividen o nos ponen en tensión. Desde los sectores de la sociedad tenemos que apuntar a salir de esos puntos de tensión y ésta va a ser una nueva forma de vincularnos más amena”.
En el año 1987, por resolución Nro. 325 de la Secretaría de Cultura de la Nación el conjunto arquitectónico fue declarado Monumento Nacional y Lugar Histórico. Doce años más tarde, mediante la ley 25.168 se dispuso su transferencia a favor del municipio a título gratuito con la obligación de mantener su condición. No se hizo ninguna excepción: “todo lo allí plantado integra el conjunto e impone la obligación de no alterarlo salvo para su conservación. Precisamente el artículo 3 de la ley dice que municipalidad deberá conservar y preservar a perpetuidad, tanto en su aspecto exterior como interior; los edificios así como los terrenos y plazas que integran el Centro Cívico, respetando a los efectos de su nuevo uso y destino, las características del diseño arquitectónico y paisajístico; no pudiendo, en consecuencia, realizarse obras, acciones, innovaciones o mejoras individuales o de conjunto que afecten o alteren su concepción, materialización y aspecto original. En caso contrario, deberá restituirse este conjunto monumental al Estado nacional.”
Años más tarde, el Concejo deliberante de la ciudad dispuso que también fuera declarado Monumento Histórico Municipal y una senadora llegó a proponer que se convirtiera en Patrimonio de la Humanidad.
Creo innecesario hacer un racconto sobre la vida del Gral. Roca, dos veces presidente de la Nación, al cual muchos consideran el padre de la Patria Moderna. Basta señalar que a él le debemos, entre muchas cosas más, la educación obligatoria, gratuita y laica, la promulgación de los códigos de fondo, el tendido de miles de kilómetros de la red ferroviaria, una economía pujante que llevó al país a ubicarse quinto en el concierto mundial y sobre todo, la fijación de los límites con los países vecinos.
Entonces, cuando ud. vincula el debate a una cuestión ideológica y a los puntos que nos dividen, debo entender que Ud no reconoce a Julio Argentino Roca como más grande defensor de nuestra soberanía. Por supuesto que Ud. está en todo derecho de opinar distinto, lo que no puede hacer es violar la ley: cualquier modificación del Centro Cívico deberá ser mediante una ley nacional que derogue o modifique la citada 25.168, so pena de incursionar en una figura penalmente reprochable.
Por todo esto le solicito que por medio fehaciente me sea informado y a la población toda, cuáles han sido los pasos legales que se han dado para intentar el pretendido “cambio”. Mientras tanto le pido que se abstenga de avanzar en el mismo. Caso contrario me veré obligado a recurrir a los estrados judiciales.