Argentina y su futuro impredecible. Por Luis A. Esterlizi

“Se habla de una crisis argentina porque su economía está en bancarrota, pero no se habla de una crisis mayor representada por una falta total de ética y honestidad que – habiendo sido el comienzo – amenaza con ser  también un final trágico de nuestros males. La crisis moral de los argentinos es el peor azote de la situación actual, con el agravante que ha sido provocada desde el poder, que se empeña con una incomprensible contumacia en mantenerla, y su solución ha de ser previa a toda otra solución. Dentro de este estado de cosas,

la clase trabajadora organizada ha sabido ser el refugio de los valores morales de la comunidad argentina  y ella tiene la grave responsabilidad de mantenerla, aún cuando a su alrededor todo se descomponga. Consciente del deber de esta hora, no puede ceder ni a la fuerza ni a la insidia. Deberá enfrentar al sacrificio, pero a ella le corresponderá siempre la gloria de haber luchado por mantener las virtudes de un pueblo que no ha cedido a la descomposición de sus pretendidos dirigentes. J.D.Perón – La hora de los Pueblos – Edición Cabecita Negra- Pg.131/132

Connotaciones, elecciones 2023

    En primer lugar – sin duda alguna – el último balotaje ratificó una clara confrontación ideológica, aunque para millones de argentinos sobre todo en  sectores juveniles se vió la posibilidad de acabar con la vieja, gastada y decadente dirigencia ante la corrupción y el fracaso de sus propuestas – que como parte de la crisis ética y moral – hoy expone la realidad actual.

   El candidato oficialista buscó diferenciarse de la política gubernamental – muy difícil de lograr por ser el actual ministro de economía, proponiendo un gobierno de unidad nacional nunca planteado en estos 40 años de democracia. Finalmente triunfó el candidato de La Libertad Avanza, exponente del liberalismo  libertario”.

    En anteriores artículos expuse una crítica clara y pertinaz contra la decadencia política que a partir de la muerte del Gral.Perón y del golpe de estado de 1976 a Isabel Martinez de Perón de clara connotación liberal, dió inicio a una especie de lavado de cabeza de la dirigencia en general, descontrolando ética y moralmente al sistema partidocrático y al accionar de las entidades intermedias políticas, gremiales, sectoriales, etc., 

   De esta manera muchos dirigentes demostraron su aburguesamiento ya que atornillados en los sillones como conducción de sus entidades, buscaron por sinuosos caminos su propio beneficio o algún cargo rentable, cuando no una jubilación de privilegio.         

   Es notable en estas elecciones 2023 y en las realizadas en los últimos 40 años, como los partidos políticos fueron alejándose de sus historias, doctrinas e idearios mientras desaparecen comités, unidades básicas, congresos, cuadros militantes, agrupaciones de técnicos y profesionales y elecciones internas para designar candidatos.

   Mientras todo eso desaparecía, se asomaba a la política una clara expresión de lo que el propio emergente señala en ser el primer candidato de los libertarios en ganar una elección.

     “ El Partido Libertario es un partido político argentino de tendencia derechista a ultraderechista. Fué fundado el 16 de octubre de 2018 y cuenta con personería jurídica nacional, estando presente en 11 distritos, siendo a su vez uno de los partidos fundadores e integrantes del Frente La Libertad Avanza. Su ideología expresa libertarismo, populismo de derecha, conservadurismo, minarquismo, anticomunismo, antipolítica, antiestatismo.”

    Al mismo tiempo destaca algunas de sus propuestas como ser: la dolarización de la moneda, el achicamiento del Estado, el cierre del Banco Central, la privatización de las empresas y obras públicas, la eliminación de la universidad gratuita, etc.,

    Como clara expresión liberal, buscará quitarle institucionalidad a las entidades intermedias de empresarios, trabajadores, profesionales, cooperativas, mutuales, ya que considera que el ciudadano debe liberarse de dichas entidades para no ser esclavo de  la especulación y corrupción  de sus dirigentes.

  En el fondo de estas propuestas, subyace la idea de quitarle validez institucional a dichas entidades sociales, sectoriales, científicas, etc., validando solo a los partidos políticos que son reconocidos por la Constitución Nacional, aunque en realidad LLA, insiste en que lo importante es la existencia de ciudadanos totalmente libres y sin ninguna necesidad de ocuparse por las  decisiones, ya que para eso están la élites más capacitadas y selectas elegidas por medio del voto popular.

Degradación social

   Sabemos que el hombre es un ser de costumbres y que las adopta durante su vida, armonizando el esfuerzo que le demanda con el beneficio obtenido, convirtiéndolas en habituales aunque frente a necesidades extremas, las políticas erráticas, terminan siendo una verdadera pesadilla.

  En esta desgraciada época, amplios sectores sociales sufrieron imposiciones discriminantes sea por turbios motivos o porque se aplicaron necias políticas públicas agotando – en los más castigados – sus reservas éticas y morales para convertirlos en “extraños y ajenos”a su comunidad.

   Este proceso de degradación social, fué producto de una nefasta dirigencia que alejada de sus obligaciones institucionales, junto al accionar del  narcotráfico y de intereses especulativos –  muchas familias – quedaron totalmente indefensas ante el avance de la pobreza y la marginalidad, sin otro futuro mas que el desamparo, la discriminación, drogadicción o delincuencia. 

Inconsistencia y disgregación social

 “Masa” es definida por el sociólogo francés Gustave Le Bon como “un agrupamiento humano pensante con rasgos de pérdida de control racional, mayor sugestionabilidad, contagio emocional, imitación, sentimiento de omnipotencia  y anonimato para el individuo”. Asimismo, entiende el concepto de “Alma de masa” como espíritu colectivo, distinto al de cada uno de los individuos componente de este fenómeno”

   Por otra parte, Ortega y Gasset dice que : “El hombre-masa es el hombre previamente vaciado de su propia historia, sin entrañas de pasado y, por lo mismo, dócil a todas las disciplinas llamadas <<internacionales>>.”

    Estas definiciones, ponen en valor la calidad humana que poseemos  los argentinos, incluyendo por supuesto a toda la juventud que se manifestó en la contienda electoral. Jóvenes ávidos de protagonismo, buscando un ámbito que les brinde la posibilidad de ser protagonistas.

   Esto nos puede llevar hacia el inicio de un proceso que revolucione ética y moralmente la política, convirtiéndola en un instrumento al servicio del pueblo, eliminando la especulación de aquellos que solo quieren el voto del pueblo para usufructuar personalmente del poder concedido.

    Un auténtico cambio de época que reinstale las simientes que otorgan identidad a la Argentina, expulsar a los aprovechados y especuladores en el gobierno de las instituciones públicas como privadas y que una comunidad organizada asuma la potestad que le corresponde.

     Mejor explicarlo de esta manera, un Gobernante debe estar al servicio del pueblo y no servirse de su poder para hacer lo que le plazca. 

Panorama post-electoral

    Electo el nuevo Presidente, el pueblo queda expectante de cómo se encarrilará la vida de los argentinos a partir del 10 de diciembre sobre todo ante una situación de extrema crisis política, económica y social.

     Con el “acuerdo” entre sectores del PRO y la  LLA, se introducen pautas tratando de garantizar gobernabilidad, disminuir las exaltaciones de sectores que se ven amenazados y prever un tiempo de negociaciones mediante canonjías e intercambio de garantías que sosieguen la beligerancia dirigencial, ante las propuestas disruptivas.

   Las propuestas estratégicas vivirán un tiempo de espera según se logren acuerdos  o acomodos de intereses en esta “danza con lobos” para que las condiciones de gobernabilidad le permitan al presidente electo realizar paso a paso las mismas y puedan ser aprobadas por el Poder Legislativa, a través de las mismas “metodologías” que nos tiene acostumbrado dicho ámbito.

 Conclusión

    La decadencia en estos 40 años volatilizó el sentido de autoridad, para que surjan en solo 2 años nuevas figuras en el campo político, como el emergente de LLA, esencialmente ante el hartazgo que aún no se disipa a una clase dirigente que es visualizada como la culpable de esta trágica realidad.

    Tan dramático se torna este proceso, que es como desandar un desfiladero muy angosto, donde una promesa incumplida o la demora de soluciones perentorias pueden ser el detonante de una rebelión social.

  Lamentablemente hoy no existe una autoridad ennoblecida que proponga soluciones creíbles a la que todos – con tiempo y esfuerzos – nos sumemos para lograrlo. Solo se insinúa un acuerdo con “aliados”, otorgando cargos o lugares expectables en el nuevo gabinete.

  A mi modesto entender, quizás surja otra alternativa y es que el cambio generacional en la dirigencia y la ética y moral en las organizaciones intermedias, conlleven implícitamente la decisión de iniciar la revolución del desagravio social para reencontrarnos con el destino de ser una Nación soberana con un pueblo organizado y consciente de su responsabilidad social.

                                                                     Luis A. Esterlizi

                                Ex-Ministro de O.Públicas de Córdoba 73/74

                                           Publicado en Comercio y Justicia 27/11/23

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