De economistas de cabotaje a la entrega del mar argentino. Por Horacio Paccazochi

Comenzando a desmenuzar la Ley Ómnibus enviada por el Poder Ejecutivo al Congreso de la Nación que lleva por título “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos”, nos encontramos en el capítulo XVIII, sección III con reformas al Régimen Federal de Pesca (Ley 24.922).

Poco tiempo atrás habíamos escuchado por boca de Bertie Benegas Lynch, (Diputado Nacional), la “iluminada” idea de “privatizar los océanos”. Posición esta que fue apoyada por su padre el economista Alberto Benegas Lynch y defendida en los medios por la economista, banquera, y ahora Canciller Diana Mondino.

En primer lugar habría que aclararle a estos noveles funcionarios que el Mar Argentino ya está privatizado por cientos de empresas nacionales y extranjeras que se encuadran para su actividad en el mencionado Régimen Federal de Pesca, y a través del cual obtienen permisos de explotación desde hace más de cincuenta años.

En la modificación al régimen actual se propone mediante licitación internacional la pesca en la Zona Económica Exclusiva Argentina con los siguientes agravantes: 1) Se deroga la exigencia de utilizar tripulación argentina; 2) No obliga a descargar las capturas en puertos nacionales y procesar lo obtenido en plantas industriales argentinas. Si a todo ello sumamos que se autoriza a los buques participantes hacerlo con licencias obtenidas por la ocupación británica de Malvinas, estamos ante no solo un grave perjuicio económico para el País sino también ante un atentado a nuestra soberanía.

Nuestra política pesquera ha sido desaprensiva con la explotación de nuestros recursos desde la no promoción de una industria naviera como también el incentivo al consumo de pescado por la población que hoy se encuentra en unos anuales 4,8 kg per cápita comparado con los casi 10 Kg que se consumen en el resto de Latinoamérica. Todo esto debe reverse, pero esta reforma no contiene ninguno de los cambios centrales que podrían potenciar la actividad.

No existen en ningún país del mundo iniciativas como esta. Nadie regala sus recursos naturales menos cuando contamos en el País con una industria pesquera en capacidad de competir internacionalmente y con una inmensa fuente de recursos de la mejor y más deseada proteína del mundo.

Recomendamos a tal efecto adentrarse en la defensa del recurso pesquero leyendo los trabajos del experto César Lerena quien lo explica magníficamente.

Queremos pensar que esta “iniciativa” planteada en la llamada Ley Ómnibus se debe al desconocimiento de estos “libertarios” del recurso pesquero pues de lo contrario estaríamos ante un escandaloso negocio con las potencias que depredan el Atlántico Sur.