EL OTRO 17 DE AGOSTO
Durante el Gobierno del Presidente de Facto, General Edelmiro J. Farrell, se tomó la decisión de realizar un Homenaje al “Soldado Desconocido de la Independencia”.
Para llevar adelante tan importante reivindicación, se designo al Ministro Juan Domingo Perón, la organización de dicho acto.
Los agregados militares de Chile, Bolivia, Perú y Ecuador, con la venia de los respectivos embajadores, realizaron las gestiones ante los gobiernos de las citadas repúblicas. Se reunieron e incineraron restos de los caídos en los campos de batallas de: Chacabuco, Cancha Rayada, Maipú, Pichincha, Ríobamba, Junín, Ayacucho, Suipacha, Sipe Sipe y Cerro de Pasco.
Los restos del Perú y Ecuador se reunieron en Chile para ser entregados en El Plumerillo en Mendoza. Los restos de Bolivia se recibieron en La Quiaca y se unieron con los caídos en las batallas de Salta y Tucumán en los combates a las órdenes de Güemes trayéndolos por Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza. Se deseaba entregarlos al pie del Cristo Redentor en los Andes, pero la estación invernal no lo permitió.
Montevideo aportó sus sagradas reliquias.
Se le sumaron restos de Granaderos caídos en San Lorenzo. E inclusive la Armada aportó gloriosas reliquias de marinos desconocidos, sepultados en Martín García.
De las batallas o combates en donde no pudo recuperarse ninguna osamenta, se extrajeron algunas paladas de tierra del Campo de Batalla.
Se incineraron todos esos sagrados restos y fueron colocados dentro de una Urna confeccionada con el bronce de un cañón de la Independencia.
Esa Urna cargada con tanta gloria, viajó desde Mendoza a Buenos Aires en el Tren Presidencial, custodiada por un piquete de Granaderos a Caballo.
En cada pueblo por donde el tren pasaba, la urna fue descendida, para que fuese venerada por el pueblo reunido en cada estación.
Cuando todo estuvo listo, al llegar a la Capital, cien antorchas llevadas por la gente iluminaron la noche del homenaje y quedó una de ellas encendida desde entonces, la antorcha de la Argentinidad custodiando y enmarcando este homenaje que se hizo hace 74 años en las puertas de la Catedral Metropolitana, en Buenos Aires, cuna de la Revolución.
Por decreto Ley Nº 12.387 se instituyó desde aquel lejano 17 de agosto de 1945 el día del Libertador y del “Soldado Desconocido de la Independencia” que inmolara su vida por la Libertad e Independencia de su Patria.
Desde entonces el Soldado Desconocido y el General San Martín comparten el mismo Mausoleo, y también comparten fecha de recordación.
Por fuera de la urna dice:
“SOLDADO DESCONOCIDO DE LA INDEPENDENCIA. DIO TODO A LA PATRIA, Y NADA LE PIDIÓ”
Autor: Anónimo